Misterio laico

La noticia de la renuncia del párroco de Nogales, Antun Novak, luego de que apareció en su vehículo desorientado en una carretera que lleva hacia la ciudad del mismo nombre, en Arizona, Estados Unidos, cayó como una gigantesca piedra en México.

Marco Hernández, periodista del diario El Sol de Nogales, decidió investigar qué había ocurrido en realidad porque la iglesia católica presentó una denuncia sobre la desaparición del sacerdote, diez días antes que Novak dimitiera

El cura era muy querido en el Nogales mexicano, principalmente por su aspecto físico, alto, de ojos verdes, cabello canoso por sus 76 años y también por los encendidos sermones contra el narcotráfico y la complicidad de algunas autoridades.

Cuando se presentó la denuncia por su desaparición, el religioso tenía 48 horas que nos se reportaba a la parroquia, así que la diócesis de ese estado decidió actuar para evitar que ocurriera una tragedia.



El sacerdote llegó a México, enviado por el Vaticano desde Croacia, estuvo en Quintana Roo, Sinaloa, en la ciudad de México y lo trasladaron a Nogales para callar algunas voces.

Había rumores que tuvo algunas novias en la capital mexicana, así que para evitar un escándalo lo enviaron a la frontera con Estados Unidos, aunque eso era solo especulaciones sin pruebas.

Sin embargo, durante su investigación el comunicador Marco tuvo varios obstáculos, la policía local y federal de Nogales, se negó a entregar información de lo ocurrido, no hubo parte policial y el único que sabía qué ocurrió era el jefe de la Policía Federal.

Los exámenes del Ministerio Público como huellas dactilares, ADN y otros realizados al automotor del religioso terminaron en un sobre cerrado en el despacho del director de la Policía Federal.

Marco se preguntó qué ocurría, a razón de qué nadie quería hablar del tema y la renuncia del cura, argumentando que por su edad se retiraba, le insinuaba que algo sucedió y querían taparlo.



El Vaticano aceptó la renuncia de Novak y fue reemplazado por otro sacerdote, Marco intentó conseguir el video de un supermercado donde fue visto el religioso y la diligencia fue un fracaso.

Con mucho esfuerzo habló con algunos testigos que explicaron que vieron caminar a Novak por la autopista desorientado y cuando los federales lo encontraron dormido en su automóvil.

Al Sol de Nogales entró una llamada telefónica a la oficina del director, este la atendió y le ordenó a Marcos dejar la investigación de lo ocurrido con Novak,

Molesto Marcos salió la oficina porque meterse con los religiosos en un país católico era como arrojar niños a un río con pirañas.

Imagen de Gabriel Manjarres de Pexels y la Policía Federal de México no relacionadas con la historia.

¡Fuera de combate!

Era la noche de Cachao porque se dio cuenta de que Solinda Pérez, lo miraba constantemente durante la fiesta del 25 aniversario del Banco de Inversión y la parranda era fabulosa con abundante comida, bebida y hasta una orquesta de música pindín.

Desde que llegó a laborar como cajero, Cachao, le pegó el ojo a Solinda, la diferencia de 20 años no interesaba porque ella contaba con 45 años y él con 25, pero en el amor y el sexo los años no interesan cuando hay ganas.

Ambos casados, a ella le gustaba el pollito, se saludaban en el banco por los pasillos, sin embargo, ninguno de los dos se atrevió a dar el primer paso hasta que se presentó la oportunidad esa noche.

La dama vestía un traje rojo que dejaba a la vista sus pequeños pechos, pegado al cuerpo que levantaba el volumen de su trasero, una abertura del lado derecho que descubría sus pálidas piernas y robaba las miradas de los varones en el evento social.



Cachao era un fanático de la música cubana, coleccionaba discos de acetato, compactos y USB con la música de su país y en la universidad sus compañeros le pusieron ese apodo porque su compositor favorito era el cubano Israel López, el popular Cachao.

La pareja bailó varias canciones de merengue, él bebía seco con arándano y ella algo de vino porque debía conducir hacia su residencia, ubicada en la avenida Ricardo J. Alfaro de Panamá.

Muy pegados al rito de ‘Allá en el campo’ de Dorindo Cárdenas, los compañeros del banco solo miraban a los tórtolos que se querían desayunar, almorzar y cenar con sus pupilas.

El marido de Solinda estaba en Bocas del Toro y la mujer de Cachao, no reclamaba porque tenía un amante, así que el matrimonio aplicaba la consigna de ‘Cada loro en su estaca’ o sin reclamos por infidelidades.

Pero, Cachao se pasó de tragos, se sentía mareado, le dijo a Solinda su estado, ella decidió llevarlo a su casa en Juan Díaz, sin embargo, se desviaron en una casa de citas de esas que abundan en la avenida Domingo Díaz.



Entraron, empezaron los besos y las caricias, los fluidos y quejidos de ella eran intensos cuando sentía los labios varoniles por su pecho, posteriormente en las pantorrillas y espalda.

Con dificultad Cachao podía sostenerse producto del licor, así que la mujer le dijo que se acostara para mejor comodidad, ella estaba de pie, se levantó el vestido, quedó en interiores y luego como vino al mundo.

Al varón todo le daba vueltas, la mujer se acostó, le acariciaba en el pecho a su pareja de ocasión, no escuchaba nada del caballero y levantó la vista para verlo dormido y borracho.

Intentó despertarlo, no obstante, nada, así que Solinda, se vistió, salió de la habitación, entró a su carro, se fue y dejó al hombre desnudo y dormido en la pieza.

Ella se molestó, nunca más le habló a su compañero y él con la vergüenza de que quedó fuera de combate por el licor. No hubo otra oportunidad.

Imagen de Trinity Kubassek y Kristin Vogt de Pexels no relacionadas con la historia.

Iletrada, pero no pendeja

Maritza Boyd Arias se presentó a las celdas de la cárcel Nueva Esperanza de Colón, en Panamá para visitar a su marido Napoleón Bonaparte, donde estaba detenido, tras ser capturado con diez kilos de cocaína.

El matrimonio era oriundo de Ustupo, Guna Yala y era normal que se inscribieran con nombres exóticos, de adinerados o personajes históricos porque para ellos esas identidades latinas las inventaban porque en su idioma tenían sus nombres gunas.

A su marido le esperaban al menos seis años de prisión, investigación que llevaba cabo la Fiscalía de Drogas de Colón y Guna Yala, aunque Napoleón se encontró los estupefacientes en la playa, no lo reportó a las autoridades.

Era un secreto a voces en la región que los comerciantes de drogas colombianos arrojaban las sustancias ilegales al agua antes de ser sorprendidos por el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) o la guardia costera de EE. UU.



La droga era arrastrada por la marea hasta la costa, cuando un vecino la encontraba no siempre avisaba al gobierno, sino que la escondía para posteriormente venderla y hacer mucho dinero.

Sin embargo, en el caso de Napoleón, le contó a un amigo sobre el hallazgo, su pasiero le pidió dinero y como el primero se negó, el segundo fue a la policía a delatar al hombre de 34 años.

Así que cuando lo visitó su pareja, Napoleón le dijo a Maritza que se echara la culpa porque por ser mujer, la juez la condenaría a tres meses de prisión, le daría dinero y saldría en poco tiempo.

Maritza le reclamó a su marido por la propuesta diabólica, aunque el cónyuge insistió bajo el argumento que él es quien lleva el sustento a la casa con un pequeño negocio de comida para los turistas.

Napoleón lloró y estaba desesperado para que su mujer se responsabilizara del cargamento de mercancía ilegal, pero la dama recordó que vio en la televisión un caso de una mujer que le metieron diez años por poseer diez kilos de cocaína.

Maritza solo fue hasta tercer grado del colegio, no leía ni siquiera periódicos, no obstante, con la información que observó en el medio masivo, sabía que pasaría una larga temporada en prisión.

Se peleó con su marido, al salir se encontró en la cárcel a un abogado, a quien la explicó la petición de su esposo y el letrado en leyes le aconsejó que ni en sueños complaciera a Napoleón.

La fémina no volvió a prisión, ni siquiera durante los cuatro años que Napoleón estuvo preso, sencillamente por ser una locura. Ella es iletrada, pero no pendeja.

Imagen de Ustupo cortesía de Wikipedia y la droga de internet no relacionadas con la historia.

Chilena de media cancha

 Silvia estaba feliz con su matrimonio con Alex, un ingeniero de sonido que laboraba en estudio de grabación ganaba buenos ingresos y labora extras en actividades extracurriculares como conciertos y otros eventos.

El esposo era todo un galán, refinado, tenía a su mujer como una reina, le complacía los caprichos de la dama, como un auto doble tracción, ropa lujosa, relojes, joyas y viajes.

Incluso en una ocasión, Silvia vio una película del día D y le pidió a su marido la llevara a conocer el Paso de Calé para conocer personalmente donde desembarcaron miles de soldados aliados en la invasión de Normandía.

Alex era abstemio, no bebía alcohol, se portaba bien y era un excelente esposo, sus rasgos acholados no fueron impedimento para empatarse con Silvia, una mulata, pocotona y amante del dinero junto con la comodidad.



Después de dos años del casamiento, la hermosa dama de piel ébano y pechos gigantescos dio a luz una hermosa niña mestiza, a quien bautizaron como Adriana María y que fue el ángel del hogar.

A los ochos de nacida la bebita, Alex empezó a llegar tarde todos los jueves con el argumento que era un día de intenso trabajo, a su esposa jamás se le pasó por la cabeza que su media naranja tuviera un romance extramarital con alguna cantante.

Pero, la dama no era celosa, aunque tampoco pendeja porque se alertó cuando su esposo colocó como bloqueo de su teléfono su fotografía para acceder al aparato tecnológico.

Silvia decidió revisar las pertenencias y la ropa de su marido, no obstante, la acción fracasó porque no encontró nada que le evidenciaría infidelidad.

No se quedó con los brazos cruzados, por el contrario, le aplicó la estrategia femenina de hacer el amor antes de que este se fuese al trabajo y cuando regresara.



Pasaron cuatro meses, la niña crecía y la mujer con dolores de cabeza porque no hallaba nada, su esposo seguía con lo mismo hasta que en la oficina de Silvia la enviaron a Penonomé.

Como era arquitecta, Silvia inspeccionó varios terrenos, debía regresar miércoles en la tarde, sin embargo, el martes en la noche decidió retornar al apartamento porque le era imposible esperar más tiempo.

Abrió la puerta principal, escuchó gemidos y risas, se quitó los zapatos, caminó lento hasta la habitación nupcial, la puerta estaba abierta, la empujó para ver a Alex en cuatro mientras era penetrado por un hombre rubio.

El grito se escuchó hasta Paso Canoas, el galán, era un homosexual oculto desde niño, intentó taparlo, se casó y trató de hacer su vida, aunque tarde o temprano se descubriría que le metió a su mujer una chilena de media cancha por temor al qué dirán.

 

Fotografías de Jeremy Wong y Cottonbro Studio de Pexeles no relacionadas con la historia.

La productora ucraniana

 Comencé a laborar como asistente de cámaras en el canal de televisión PQ hace ocho meses, cuando me faltaba poco tiempo para graduarme como licenciado en Producción de Cine y Televisión.

Había tenido varias novias en la facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá y me recibí con honores, lo que me valió me nombraran permanente en la empresa.

A los dos meses de trabajar allí, llegó Dasha Lenna, una ucraniana de 35 años, quien residió durante un quinquenio en España, así que uno de los ejecutivos la conoció en un viaje a ese país y le ofreció un contrato como jefa de producción.

Siempre he dicho que los propietarios o accionistas de medios de comunicación contratan extranjeros con jugosos salarios, le entregan carros y un apartamento para que tengan comodidad y no renuncien, sin embargo, nunca resultan por distintas razones.



Dasha era estricta en el trabajo, gritaba y daba órdenes con rudeza, las mujeres la odiaban, mientras que los hombres la miraban con desprecio y lujuria al mismo tiempo por ser atractiva.

La dama tenía un cuerpo escultural, rubia, ojos verdes, alta y pechos gigantescos, por lo que me imagino que los varones tendrían numerosas fantasías sexuales con la europea.

La jefa conmigo, ni fu ni fa, me miraba, quizás le llamaba la atención porque soy negro, alto, ojos pardos y me gusta ir al gimnasio, pero la dama siempre marcó distancia entre ella y sus subalternos.

Todo siguió igual en el canal hasta que se realizó una pequeña recepción entre los empleados porque una de las producciones elevó la audiencia y con ello más patrocinadores.

Algunos traguitos, picadas y música donde asistieron los ejecutivos, pero nunca me imaginaría que la situación se saliera de control.

Dasha me abordó, me dijo que yo era un hombre sexi, que nunca había hecho el amor con un negro, aunque noté que estaba algo bebida, la mujer insistió y me comía con sus ojos de pradera.



Me ordenó que no me marchara hasta que revisáramos un video, obedecí y cuando se fueron todos, se me acercó y me llevó hasta el cuarto de las utilerías, así que sabía lo que acontecería.

Ni siquiera les describiré lo que aconteció porque recorrí toda su geografía como la rubia fémina llegó a este mundo, su pecho derecho estaba en mis labios y aquello en el túnel de amor cuando, ¡Zas!, se abrió la puerta.

Era el gerente general del canal, Lucas Zarkowloski, quien se sorprendió al vernos desnudos haciendo el amor, el caballero cerró la puerta y se marchó.

Al día siguiente, los dos fuimos despedidos de la empresa, Dasha lloró porque perdió los privilegios y quedé cargando cámaras en otro canal, no obstante, vivimos juntos a pesar de que ella me lleva nueve años.

Imagen Gökhan Baytekin y de Qaleb Oquendo de Pexels no relacionadas con la historia.

Juego de espías

 

El FBI buscaba por todas partes al topo que filtró información de dos espías estadounidenses en La Habana, quienes fueron detenidos y trasladados hacia la prisión de Villa Marista, conocida como la antigua Lubianka cubana.

Ted Taylor, director del FBI, estaba furioso porque sus mejores informantes se encontraban entre los barrotes y les esperaba una larga condena por ser agentes de Washington.

Un largo conflicto entre Estados Unidos y Cuba, el segundo instaló en plena Guerra Fría un gobierno comunista, mientras que la respuesta de Estados Unidos fue un bloqueo naval, luego económico y la operación Mangosta, que consistía en destruir estructuras, introducir plagas y otros actos de sabotaje.

Pero, los izquierdistas se mantuvieron a pesar de los ataques de la superpotencia ante la pequeña isla, así que La Habana se preparó militarmente, ideológicamente, culturalmente y en materia de comunicación para culpar a Washington de todos sus males.



Entretanto, los federales buscaban en la Pequeña Habana de Miami y otras zonas de sur de la Florida al agente del gobierno cubano que se mezcló entre los exiliados, no tenían una sola pista de la identidad del espía identificado como Alex Doe.

Escarbaron entre los antiguos combatientes de la Bahía de Cochinos, Hermanos al Rescate, deportistas, artistas, comerciantes, escritores, cantantes y no hallaron absolutamente nada.

La dictadura cubana hizo todo un espectáculo de propaganda durante el juicio a los tres espías estadounidenses, todos criptógrafos del Ministerio del Interior, la televisión transmitió las audiencias y la decisión del juez.

Desde la Florida los exilados miraban el juego de político y Cuba iba ganando esta guerra psicológica hasta que la televisión estatal hizo un anuncio.



La policía detuvo en el aeropuerto José Martí, al ciudadano cubano Ronaldo Tamayo Varela, nacionalizado estadounidense y presunto espía norteamericano, lo que dejó boquiabiertos a toda la comunidad expatriada.

Tamayo Varela era Alex Doe, los cinco meses que tardo el FBI, Cuba lo hizo tan pronto descubrió que el hombre entregó documentos a la inteligencia británica por si algo le sucedía.

Obvio de que Londres enviaría todo a su aliado incondicional Estados Unidos, sin embargo, al enterarse Cuba por otro topo, le informó a Tamayo Varela que regresara a la isla vía México y lo pescaron en la terminal aérea.

Los tres escurridizos terminaron con una sentencia de 25 años de prisión porque así es el juego de espías y al final de la historia el gato siempre caza al ratón.

Imagen de Cotonbro Studios y Balaz Simons no relacionadas con la historia.

El cantante de rock

 Las presentaciones de la banda The OC  eran fabulosas, con luces, sonido espectacular, las guitarras, teclados, baterías y efectos especiales hacían vibrar a los fanáticos durante sus conciertos.

William Méndez, era su vocalista, hijo de migrantes chilenos que se establecieron en el Valle de San Fernando, California durante la dictadura del general derechista Augusto Pinochet.

La familia de la estrella, tanto en Chile, como en Estados Unidos, se sentía orgullosa del artista porque hacían giras por todo el territorio continental estadounidense y planificaban irse a Europa.



Un ritmo de rock pesado, mezclado con acordes de música clásica y la voz de William rompían el patrón musical durante los conciertos.

El vocalista tenía todo a su favor, fama, unos 10 millones de dólares en fortuna, mucho para una banda que tenía cuatro años de inicio de carrera, viajes, lujos, eran portadas en los periódicos y revistas.

En cada concierto William contaba con uno de los sonidistas para que le llevara una chica del público, cuando terminaba se iban al camerino a hacer travesuras, no sin antes consumir varios gramos de cocaína.

La vida del hijo de migrantes, a pesar de todas las ventajas que le ofrecían al artista, no eran la mejor, el sufrimiento de su familia exiliada, la rigidez de su padre, un capitán dado de baja del ejército chileno y la superficialidad de la fama lo atacaban constantemente.

William fumaba marihuana, consumía demasiado güisqui, cocaína, eran un mujeriego en todo su esplendor, no obstante, su frustración fue nunca conquistar a Melany Smith, a pesar de contar con todas las ventajas de un varón.



A la mujer no le interesaba la fama, la fortuna y el dinero porque laboraba de maestra en un colegio de Orange County y se iba a casar con Mel García, otro hijo de migrantes, pero mexicanos.

La noticia frustró al intérprete, se presentaba a los estudios de grabación borracho, no lograba coordinar las letras de las canciones y sus compañeros intentaron ayudarlo, pero William no puso de su parte.

En cinco meses no lograron grabar el segundo álbum del grupo, su productor y agente lo solicitaba urgente porque así lo exigía el mercado, así que entre los integrantes de The OC y el jefe mayor, decidieron despedir a William como vocalista del grupo.

Una decisión fatal que se sumó al matrimonio de Melany con su compañero maestro, así que William se fue a San Francisco a relajarse y meditar sobre su futuro.

Tres días después la policía encontró el cuerpo del artista, los exámenes de necropsia arrojaron que el caballero contaba con 20 tipos de drogas distintos en su anatomía.

La sobredosis se lo llevó y terminó su mundo de fantasía.

Imagen cortesía de Pixbay y Alena Darmel de Pexels no relacionadas con la historia.

Compañeros y rivales

Perplejo Pérez y Casiano González, eran compañeros de trabajo en el Ministerio de Comercio e Industrias de Panamá (Mici), siendo el primero jefe de Compras y el segundo liderizaba el departamento de Servicios Generales.

Ambos ganaban un salario de 3,000.00 mensuales, casados y con hijos, pero eran cazadores de las compañeritas del ministerio, aunque nunca coincidieron en gustos semejantes, lo que evitaba la disputa por una fémina.

En ocasiones se visitaban a sus casas, iban a las playas con sus familias, al cine o hacían vida social como dos grandes amigos o hermanos.

Dos hombres acholados, de mediana estatura, piel canela, solo con la diferencia que Perplejo era ñato y Casiano algo barrigón, sin embargo, como eran caciques en la institución, algunas damas caían antes los encantos del dólar estadounidense.



Todo iba excelente hasta que llegó a laborar como secretaria del departamento de Tesorería una joven de 23 años, de nombre Estrella del Mar García, una mulata, delgada, de ojos verdes, hija de una colonense y un marinero italiano que nunca la reconoció.

De inmediato, Casiano de 41 años, le tiró todas sus divisiones a la mujer, su compañero Perplejo se encontraba de gira hasta que a los tres días llegó, fue hacer una diligencia a Tesorería, la vio y quedó loquito.

Perplejo, de 35 años, también se lanzó a la conquista como varios en el ministerio, porque cuando ingresa una dama nueva a una empresa o entidad pública, los hombres se comportan como lobos al ataque de una presa.

Sin quererlo, Estrella del Mar se convirtió en la manzana de la discordia de ambos varones porque llovieron las flores, chocolates, pulseras, almuerzos, café, perfumes, cadenas y cualquier otro regalo con el fin, no de atraer, sino de comprar el amor fantasioso.

Pero, la joven estudiante de finanzas se enamoró de Chablé Cárdenas, un santeño de 19 años, oriundo de Las Tablas, de aspecto colorado, trabajador manual, alumno de leyes y de ojos miel.



La mujer no le interesaba los hombres acholados, ni veteranos, no obstante, aceptaba todo lo que los ahora rivales le obsequiaban.

Era notorio en el ministerio que los conquistadores no se hablaban, de amigos terminaron como enemigos y odiándose a muerte porque creyeron que Estrella del Mar le regalaría su tesoro más preciado.

A los tres meses, durante un juego de fútbol en una de las canchas alquiladas de la ciudad de Panamá, se presentó Chablé con Estrella del Mar, agarraditos de la mano, ante la sorpresa de Perplejo y Casiano.

El primero se pegó una borrachera y lloró, mientras que Casiano intentó golpear a Chablé, pero el muchacho le metió un derechazo que lo dejó tendido en el piso y los compañeros intervinieron para calmar las aguas.

Triunfó el que ganaba 800.00 dólares al mes o el más limpio porque en el amor siempre existen sorpresas.

Fotografías de Christina Morillo y Pixbay de Pexels no relacionadas con la historia.

La ciudad de Jesús

Harry Johnson llevó a sus seguidores al estado de Zulia, Venezuela, ante la persecución del gobernador de Arizona y los federales que lo acosaban por denuncias de abusos hacia sus los fanáticos.

El pastor estadounidense, de 55 años, predicaba el amor de Cristo, la obediencia a ciegas, combatía la infidelidad, los castigos eran fuertes, azotes, ayunos forzados y lectura durante largas horas de la Biblia.

Harry fundó su iglesia de Cristo Salvador en el condado de La Paz, lejos de la ciudad de Parker, bien cercada y con vigilantes armados para evitar los escapes de quienes se arrepintieron de vivir en la ciudad de Jesús en 1978.



En Venezuela, el religioso compró 30,000 hectáreas al gobierno de ese país para edificar su ciudad agrícola, cultivaban, maíz, arroz, papas, contaban con ganado bovino y porcino, pollos y patos.

Dos ingenieros construyeron una pequeña planta de energía eléctrica cerca del río para ser autosuficientes, sin embargo, a los tres meses de abandonar Estados Unidos y ante la evasión de una familia de cuatro personas, Harry decidió quitarles los pasaportes a sus seguidores.

Casi un campo de concentración en plena selva del hermoso país sudamericano, con diez torres, custodiadas por hombres con fusiles M-16, con la excusa de rechazar incursiones de guerrilleros colombianos.

El asunto no pintaba bien, entre fanáticos que lo seguían como borregos y disidentes silenciosos que planeaban su fuga, la vida continuaba en la villa hasta que las autoridades venezolanas decidieron intervenir ante la presión de la embajada estadounidense.



La familia que escapó denunció en Estados Unidos las atrocidades de Harry, la diplomacia hizo su trabajo y un soplón alertó al pastor que allanarían la propiedad en cuatro días.

El caballero se preparó y lo hizo con los habitantes de la ciudad de Jesús, en una prédica manifestó que era el momento de irse al paraíso, que los demonios atacarían el sagrado lugar y la única salvación era conocer al creador.

Al día siguiente, los habitantes desayunaron tortillas de maíz, carne y café, a los niños se les dio a beber jugo de naranja.

El día de la acción judicial, los pilotos de los helicópteros de la Guardia Nacional venezolana comunicaron una dantesca escena, decenas de cadáveres se veían desde el aire y los soldados entraron de inmediato.

Todos muertos, incluyendo al pastor Harry, los exámenes médicos arrojaron restos de cianuro en los cuerpos de los seguidores del religioso, un suicidio colectivo para encontrarse con el hijo de Dios.

Imagen de la Guardia Nacional de Venezuela cortesía de Defensa.

La casa de Bernarda Alba

En la obra de teatro, Federico García Lorca nos lleva a la España de inicios del siglo XX, en un escenario rural donde las pasiones y sentimientos se elevan como el Everest, además de la sociedad tradicional de un pueblo chico e infierno grande.

Bernarda Alba, una mujer que enviuda por segunda vez a los 60 años, manipula a sus hijas y las controla, decide llevar ocho años de luto y arrastra a sus descendientes al mismo modo de vida por sus intenciones de no perder su estatus de propietaria de tierras.

El dramaturgo español plasma en la obra envidia entre hermanas porque Angustia es la prometida de Pepe Romano, caballero que roba el amor de Adela y Martirio.



Odio, culto al dinero y el clasismo de Bernarda Alba son retratados por García Lorca en el libreto de tres actos, sin embargo, a pesar de que pasaron 84 años desde que el poeta la creó, aún prevalecen en el mundo algunas de esas aristas en nuestras sociedades.

Muchas familias se preocupan por el qué dirán, sentimientos como la envidia porque fulano o zutano tiene más que yo y el odio entre hermanos, por amor, dinero, propiedades o sencillamente porque la vecina tiene un carro del año.

Es cierto que algunas situaciones ya no son iguales, pero otras se mantienen intactas como no perder el estrato social, por el contrario, subir más escalones porque quien más riquezas posea, asimismo será respetado por las sociedades.



Se dice que se conoce a los hermanos en la herencia, a los esposos en el divorcio y a los hijos en la vejez, lo que nos plasma el asesinado escritor español no ha variado 84 años después.

Un drama espectacular, el maltrato a las criadas o empleadas domésticas tampoco a variado en nuestros días.

Trágico final, Adela cree que su madre, Bernarda Alba, asesina a Pepe Romano y se suicida, la figura matriarcal pide a sus hijas que nadie llore, que oculten todo y que la vistan de doncella para que crean que murió virgen, aunque se acostó con el prometido de su hermana Angustia.

Bernarda Alba, como muchas personas en la actualidad, prefiere el honor que el dolor y todo por no bajar la escalera de la sociedad.

Por el ojo del c...

 Alisha, era tan poderoso que ni sus maestros de la magia se atrevían a desafiarlo, su radio de cobertura era de varios millones de años luz, no existía rival alguno que lo derrotara y conseguía lo que deseaba.

Sus pardos ojos se combinaban con su blanca piel, su pequeña estatura se confundía con su delgada figura e impresionaba con el timbre de su voz de barítono como la plena función del Barbero de Sevilla.

El mago recorría varios planetas buscando contrincantes, alguien que lo retase o encontrar algún pleito con él para demostrar que el título número uno nadie se lo quitaría.

Logró amansar fortuna, despojaba de bienes, absorbía la vida de humanos, plantas, animales, lagos, estrellas, vientos y huracanes y mientras más tiempo transcurría, Alisha se hacía casi el gobernante del mundo.



En las estaciones espaciales, los habitantes abordaban rápidamente sus naves al escuchar que el caballero de 90 años se presentaba, huían despavoridos.

Convertía agua en fuego, el viento en hielo, el cemento en hierbas cambiaba la noche por el día, el sexo de las personas y transformaba las jirafas en águilas y otros animales.

Todo dependía de su estado de ánimo, no se le conocía punto débil, aunque en todos los tenemos, Alisha pareciera que fuese omnipotente, desafiaba a los dioses de todas las galaxias y los gobernantes de las colonias pactaban con él porque no querían ser convertidos en meteoritos.

En el año 2120 Alisha, llegó al planeta Morti, un lugar ubicado a millones de años luz de la Tierra, así que de inmediato preguntó por alguien que lo desafiara para ganarle la batalla.

Takan, era un mendigo, decidió retarlo, el mago Alisha al ver sus harapos sonrió y dijo que lo transformaría en un montón de cenizas y si era al revés, el popular mago perdería todos sus poderes y serían transferidos al hombre pobre.



El indigente tomó una lata vieja, le abrió varios huecos abajo, le mostró la abertura principal, le informó que todos los huecos se llamarían ojos, se la colocó en el trasero y se tiró un gas.

Le preguntó a Alisha por cuál ojo había salido el pedo, pero el mago sonrió sin saber responder, pasaron 20 minutos y nada, así que el reto estaba en curso, ahora el mendigo sonreía y el mago asustado.

Ante la falta de respuesta del poderoso mago, Takan respondió que el gas salió por el ojo del culo y todos en la plaza espacial se callaron.

Alisha se colocó la capucha negra en su cabeza, en segundos se convirtió en ceniza y la sombra que lo abandonó entró al cuerpo de Takan, quien ahora tenía los poderes mágicos en toda la galaxia.

Imagen de Fariborz MP y Kelly no relacionados con la historia.

Amores que matan

Mayetín, se sentía defraudado con la infidelidad de su novio de ocasión, Lucas, un prostituto que mantenía relaciones sexuales con hombres y mujeres a cambio de jugosas sumas de dinero.

Lucas era un migrante oriundo de Envigado, Colombia, estuvo por varias ciudades de su país hasta que arribó a la capital panameña con el propósito de ganar plata de la forma que sea y haciendo cualquier cosa.

Vendió cigarrillos de contrabando, marihuana y cocaína hasta que casi lo pescan, así que un día se fue a un casino a meditar donde conoció a Orlando, un empresario, casado y bisexual.



Aprendió que una forma de obtener dinero sin tanto esfuerzo era hacerle el amor a hombres pudientes que le entregaban numerosos regalos y dádivas con el fin de un rato de cariño.

El negocio iba viento en popa, mientras que, durante unos carnavales en Las Tablas, Mayetín estaba tomado y conoció a Lucas, sin embargo, solo le dio su número de celular para un futuro encuentro.

Los ojos verdes, rubios cabellos y aspecto de luchador del sudamericano atraía, tanto a hombres como a mujeres, apostaba por los dos y le iba tan bien que clientes del poder económico lo buscaban para obtener placer.

Todas las relaciones sexuales de Lucas con sus varones o damas eran clandestinas por ser casados o casadas, el extranjero encontró una mina de oro que le dio un Mercedes Benz, un apartamento alquilado en Paitilla, joyas y dinero en efectivo.



Mayetín era accionista de un banco, una televisora, una emisora y poseía numerosas tierras de negocios familiares, llevaba una doble vida por tener en su cuerpo de hombre una mujer encerrada.

La sociedad ni su familia le permitirán salir del guardarropa, así que, en silencio, al igual que Orlando, escondían su otro yo ante el temor del qué dirán.

Pero Mayetín descubrió las andanzas de su marido de ocasión, por lo que fue a verlo al departamento que el empresario le arrendaba en el elegante barrio panameño, donde los gritos de hijo de puta malagradecido y migrante asqueroso se escucharon por todo el edificio.

Lucas, ante el temor de lo peor, llamó a Orlando para arreglar la situación, al llegar el último los ánimos se encendieron aún más.

Herida y lesionada en su orgullo de mujer, Mayetín sacó una Glock, le disparó tres veces a los dos caballeros y posteriormente se metió un tiro en la sien derecha.

Todo acabó porque hay amores que matan.

Imagen de Rosie Ann y Filip Szyller de Pexels no relacionadas con la historia.

 

Parranda costosa

Marco estaba aburrido de andar en autobuses, con tres años en su trabajo de vendedor internacional en la Zona Libre de Colón, decidió adquirir un vehículo que consumiera poco combustible y lo transportara desde la ciudad de Panamá hasta Colón.

Se fue con su amigo Pepe a una feria en el centro de convenciones Atlántico Pacífico (Atlapa) donde le encantó un Kia Picanto, color rojo y con todas las extras, cuyo financiamiento fue de 210 dólares mensuales por ocho años.

Con su nuevo automotor, el caballero viajaba desde una ciudad a la otra y comenzó a salir con chicas, ya que, a sus 25 años, le fascinaban las damas, principalmente rubias.

Así que con su carrito en dos semanas Marcos se convirtió en un real Don Juan, empezó a gastar dinero en féminas para enviar flores, ropas, zapatos, joyas, relojes y cualquier regalo para conquistar.



En esas salidas conoció en una discoteca a Felicia, una chica de 21 años, rubia, interesada, fría, calculadora y con un cuerpo voluptuoso cuyos senos pasaron por el quirófano con el fin de incrementar su tamaño.

Marco quedó loquito con Felicia, oriunda de la provincia de Chiriquí, quien emigró a la capital en busca de mejor vida, logró explotar su hermosura y los varones caían ante sus encantos.

La pareja se empató y a las dos semanas ya vivían juntos en un apartamento en Betania, Marco era exprimido económicamente por su nueva media naranja, dejó de ser mujeriego para dedicarse únicamente a su rubia mujer.

A los cuatro meses de tener el Picanto, el marido y la fula, se fueron un fin de semana a Punta Barco para asistir a una fiesta yeyesona, Marcos conducía y al llegar la pasaron excelente.

Mucho güisqui y vino, el masculino se pegó una borrachera, mientras que Alfonso, el dueño de la fiesta, le aconsejó pernoctar en la residencia veraniega porque era peligroso conducir así.



Sin embargo, Felicia quería retornar a las dos de la madrugada, le dijo a su marido que, si no volvían a Betania esa noche, no le daría de su miel que atrapaba a los varones, así que el enamorado vendedor internacional complació a su quita frío.

A Marcos se le cerraban los ojos producto del licor, el cansancio y el sueño, su novia se durmió y cuando iban a la altura de cerro Campana, el carro se salió de la carretera e impactó contra un árbol.

Las bolsas de aire salvaron la vida del conductor y la pasajera, no obstante, el vehículo quedó pérdida total.

Estuvieron un día en el hospital, les dieron de alta y cuando Marco fue a reclamar el seguro le informó que no le correspondía pago alguno porque el parte policivo decía que conducía borracho.

A la semana, Felicia lo dejó a su marido por un tipo que andaba en un BMW descapotable y con mucha plata.

La parrada le resultó costosa a Marco porque debe todos los meses pagar el financiamiento del vehículo durante el tiempo pactado y sin pareja.}

Imagen de brindis de Isabella Mendes de Pexels no relacionadas con la historia.