La productora ucraniana

 Comencé a laborar como asistente de cámaras en el canal de televisión PQ hace ocho meses, cuando me faltaba poco tiempo para graduarme como licenciado en Producción de Cine y Televisión.

Había tenido varias novias en la facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá y me recibí con honores, lo que me valió me nombraran permanente en la empresa.

A los dos meses de trabajar allí, llegó Dasha Lenna, una ucraniana de 35 años, quien residió durante un quinquenio en España, así que uno de los ejecutivos la conoció en un viaje a ese país y le ofreció un contrato como jefa de producción.

Siempre he dicho que los propietarios o accionistas de medios de comunicación contratan extranjeros con jugosos salarios, le entregan carros y un apartamento para que tengan comodidad y no renuncien, sin embargo, nunca resultan por distintas razones.



Dasha era estricta en el trabajo, gritaba y daba órdenes con rudeza, las mujeres la odiaban, mientras que los hombres la miraban con desprecio y lujuria al mismo tiempo por ser atractiva.

La dama tenía un cuerpo escultural, rubia, ojos verdes, alta y pechos gigantescos, por lo que me imagino que los varones tendrían numerosas fantasías sexuales con la europea.

La jefa conmigo, ni fu ni fa, me miraba, quizás le llamaba la atención porque soy negro, alto, ojos pardos y me gusta ir al gimnasio, pero la dama siempre marcó distancia entre ella y sus subalternos.

Todo siguió igual en el canal hasta que se realizó una pequeña recepción entre los empleados porque una de las producciones elevó la audiencia y con ello más patrocinadores.

Algunos traguitos, picadas y música donde asistieron los ejecutivos, pero nunca me imaginaría que la situación se saliera de control.

Dasha me abordó, me dijo que yo era un hombre sexi, que nunca había hecho el amor con un negro, aunque noté que estaba algo bebida, la mujer insistió y me comía con sus ojos de pradera.



Me ordenó que no me marchara hasta que revisáramos un video, obedecí y cuando se fueron todos, se me acercó y me llevó hasta el cuarto de las utilerías, así que sabía lo que acontecería.

Ni siquiera les describiré lo que aconteció porque recorrí toda su geografía como la rubia fémina llegó a este mundo, su pecho derecho estaba en mis labios y aquello en el túnel de amor cuando, ¡Zas!, se abrió la puerta.

Era el gerente general del canal, Lucas Zarkowloski, quien se sorprendió al vernos desnudos haciendo el amor, el caballero cerró la puerta y se marchó.

Al día siguiente, los dos fuimos despedidos de la empresa, Dasha lloró porque perdió los privilegios y quedé cargando cámaras en otro canal, no obstante, vivimos juntos a pesar de que ella me lleva nueve años.

Imagen Gökhan Baytekin y de Qaleb Oquendo de Pexels no relacionadas con la historia.

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