En la obra de teatro, Federico García Lorca nos lleva a la España de inicios del siglo XX, en un escenario rural donde las pasiones y sentimientos se elevan como el Everest, además de la sociedad tradicional de un pueblo chico e infierno grande.
Bernarda
Alba, una mujer que enviuda por segunda vez a los 60 años, manipula a sus hijas
y las controla, decide llevar ocho años de luto y arrastra a sus descendientes
al mismo modo de vida por sus intenciones de no perder su estatus de
propietaria de tierras.
El
dramaturgo español plasma en la obra envidia entre hermanas porque Angustia es
la prometida de Pepe Romano, caballero que roba el amor de Adela y Martirio.
Odio,
culto al dinero y el clasismo de Bernarda Alba son retratados por García Lorca
en el libreto de tres actos, sin embargo, a pesar de que pasaron 84 años desde que
el poeta la creó, aún prevalecen en el mundo algunas de esas aristas en nuestras
sociedades.
Muchas
familias se preocupan por el qué dirán, sentimientos como la envidia porque fulano
o zutano tiene más que yo y el odio entre hermanos, por amor, dinero,
propiedades o sencillamente porque la vecina tiene un carro del año.
Es
cierto que algunas situaciones ya no son iguales, pero otras se mantienen
intactas como no perder el estrato social, por el contrario, subir más escalones
porque quien más riquezas posea, asimismo será respetado por las sociedades.
Se
dice que se conoce a los hermanos en la herencia, a los esposos en el divorcio
y a los hijos en la vejez, lo que nos plasma el asesinado escritor español no ha
variado 84 años después.
Un
drama espectacular, el maltrato a las criadas o empleadas domésticas tampoco a
variado en nuestros días.
Trágico
final, Adela cree que su madre, Bernarda Alba, asesina a Pepe Romano y se suicida,
la figura matriarcal pide a sus hijas que nadie llore, que oculten todo y que
la vistan de doncella para que crean que murió virgen, aunque se acostó con el
prometido de su hermana Angustia.
Bernarda
Alba, como muchas personas en la actualidad, prefiere el honor que el dolor y todo
por no bajar la escalera de la sociedad.
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