La escritora
hispano-panameña, Marie N. Vianco es una caja positiva de sorpresas. La
literata aceptó una entrevista al portal “Fígaro Ábrego, el escritor de
Vacamonte” y contó su interesante historia. No se la pierda.
En una
definición corta: una amante de las letras que tiene mucha imaginación, que
escribe y publica sus libros en Amazon.
Nací en Ciudad de Panamá, mi madre es panameña de pura
cepa y mi padre era de la Región de Murcia, al sureste de España.
Pasé mi infancia en Panamá y cuando tenía once años,
mis padres me trajeron a España. Después regresé a Panamá en plena
adolescencia, y cursé unos años de colegio allí, para volver a España más
tarde, terminar el instituto y estudiar la universidad. Fue una época de muchos
cambios en la que me llegué a sentir bastante desarraigada.
Ahora vivo en Cartagena, Murcia, en donde compagino la
escritura con mi trabajo en una asesoría de empresas.
¿Cómo nace
su pasión por la literatura?
Siempre me
ha gustado leer, desde muy niña mi madre me inculcó el hábito de la lectura y desde
entonces casi siempre tengo una novela empezada. Tal vez ese acercamiento a las
letras desde pequeña fue lo que me hizo dar el siguiente paso e iniciarme en la
escritura. Eso te puede pasar unas veces por curiosidad y otras por desahogo.
Cuando murió mi padre escribí mi primer cuento en
honor a él, era una historia simple que hablaba sobre el sentimiento de
ausencia que deja alguien tan importante en tu vida cuando se va. Con los años
retomé la escritura y seguí experimentando hasta que un día me lancé y conseguí
escribir una novela entera.
¿Cuál es
su público lector?
Soy una escritora
versátil, hasta el momento mis novelas van desde el romance, pasando por el
juvenil, el relato y terminando en el thriller. No me he centrado en un género
principal, tal vez es algo que no es muy comercial, pero en estos años me he
dedicado a escribir las historias que me inspiraban, así que se puede decir que
mi lector es de género variado como lo son mis novelas.
Aunque leo
de todo, me encanta el suspense tanto para leer como para escribir. Pero muchas
veces también depende del estado de ánimo en el que me encuentre a la hora de
elegir mi próxima lectura. Me atraen mucho también las novelas sobre dramas
familiares, con personajes profundos y con madurez, de esos que te enseñan
nuevas perspectivas sobre la vida; y si son históricas, son el doble de
atractivas. Pero sin duda el thriller es mi género favorito, sobre todo si
tiene buenas dosis de intriga y misterio.
Dicen que
hay un camino que une la literatura y la locura. ¿Qué opina?
“Locura” es una palabra
muy seria para tomársela a la ligera en una simple afirmación. Yo diría que
cuando un escritor crea literatura más bien se “abstrae”, es decir, vive en el
interior de sí mismo una vida paralela a la real en donde percibe con los
sentidos otras realidades y les da forma. Es capaz de ver imágenes, escuchar
conversaciones, oler, tocar, sentir… Todo forma parte de un mundo salido de su
imaginación y que vuelca en el papel creando un universo propio. Nadie es capaz
de llegar a esas “realidades”, solo su creador. Cuando esos escritos salen a la
luz son descubiertos por el lector que participa, de alguna manera, de esas
abstracciones, de ese mundo fabricado por el escritor y, a través de la
lectura, lo vive a su manera.
¿Ve desaparecer el libro de papel para darle paso al
digital? Explique.
No creo.
Mi opinión es que ambos van a convivir a lo largo del tiempo.
El papel tiene mucha fuerza, es un formato muy
arraigado en el ser humano como para que pueda desaparecer.
El libro digital es innovador, cómodo y económico, va
de la mano de la tecnología que es la reina de nuestro tiempo, con lo que
pienso que cada vez se extenderá más y será más aceptado, pero no creo que
sustituya al papel.
En una
idea que me motive lo suficiente como para ponerme a planificar y escribir una
novela completa. Las ideas están en todas partes: algo que vea en la calle,
alguna noticia que lea o incluso una conversación que escuche espontáneamente
puede hacer que mi imaginación se ponga a trabajar y yo con ella.
El ser
humano es razón y es emoción, no se puede separar una de la otra y mucho menos
en el arte (incluida la literatura), en donde la expresión impera sobre todo lo
demás. En todas las ramas del arte siempre prevalecerá la emoción, es el pilar
de su esencia, por lo que creo que, como seres humanos, a pesar de estar en la
era tecnológica y en las próximas eras de avance que nos esperan, las emociones
siempre jugarán un papel primordial en nuestra existencia y por ende en
nuestras creaciones.
Todas
tiene trabajo y en todas me he encontrado piedras en el camino que he tenido
que sortear, pero si he de decir una, quizás la más difícil haya sido “Arroba
al corazón” por ser género juvenil y estar inspirada en personajes muy jóvenes.
Con la diferencia de edad y a pesar de haber pasado por esa etapa, me costó
bastante percibir el mundo de alguien de tan solo veintiún años, la forma de
ver la vida y el futuro es totalmente diferente con esa edad que con la que
tengo ahora. No es fácil meterte en la piel de alguien tan joven y pensar y
sentir como él para que la historia sea creíble en todo momento y hacerla lo
más realista posible.
Usted
nació en Panamá. ¿Ha vuelto al istmo o mantiene vínculos con él?
Sí, hace
varios años que estuve allí de visita. Fui a ver a mi familia materna y a
algunos amigos del colegio. Sigo en contacto a través de redes sociales y
teléfono, y siempre me interesa saber lo que pasa allí y la situación general
del país.
En estas últimas décadas Panamá ha avanzado mucho, ha
adquirido cada vez más presencia en el mundo y estoy muy orgullosa de ello.
Soy
escritora de mapa. Necesito desde el principio tener un plan a seguir al igual
que en la vida, la improvisación es algo que me da inseguridad y la dejo para
mis personajes (es broma).
Eso no significa que sepa todo lo que va a pasar en la
historia, siempre me gusta que mi imaginación me sorprenda y muchas veces lo
hace gratamente; algo que pensaba que iba a ir por una dirección de repente da
un volantazo y me conduce hacia otro lugar inesperado, esos giros enriquecen la
historia y me ayudan a disfrutar más de la escritura. Pero se puede decir que
eso es solo un veinte por ciento del proceso, para el resto necesito guiarme de
mi mapa, para no perderme.
No tengo
mucho tiempo libre entre el trabajo, la casa y la escritura. Pero el tiempo que
me queda me gusta distribuirlo entre la lectura, pasear por la ciudad (me
encantan los centros comerciales), ir al cine o salir a cenar. También
dedicarle sus momentos a la familia, a mis mascotas y a mis amigos.
¿Cuáles
son sus proyectos literarios a futuro?
Tengo en
mente un par de proyectos ahora mismo. Uno está a la mitad y es para mis
lectoras de ficción femenina, que sé que les gustan las historias más
emocionales y familiares.
El otro es un nuevo thriller, pero que todavía está
bastante verde.
Que una
vez que tengan un trabajo terminado y del que se sientan satisfechos, que no duden
en dar el paso; lo peor es quedarse con un libro en el cajón por miedo al
rechazo o a las críticas. Para poder aprender
y avanzar hay que lanzarse y ver qué pasa, de lo contrario, siempre se
encontrarán en la casilla de salida.