Las letras y el ‘refine’

 

Mis primeros años fueron en la fonda de mi madre, ubicada en el antiguo mercado periférico de El Chorrillo, donde hoy está el patio de los metros buses, casi al final de la Cinta Costera III.

Allí platicaba mal, con mis hermanos ayudábamos a mi mamá en el negocio, ya sea barriendo, fregando, haciendo algún mandado o en cualquier faena que un niño podía hacer.



Entre aceites, fuego, patacones, carnes, pollos, macarrones, salsas, arroz, café, té y gaseosas aprendí lo que más me gusta después de escribir novelas y artículos para este blog que no es otra cosa que cocinar.

Tuve el privilegio de aprender a cocinar sin que nadie me enseñara. Claro a diario veía a los empleados de mi fallecida viejita hacer el “refine” (como le llaman en Panamá a la comida).

Uno de mis mejores maestros fue la observación y que dos décadas después me serviría para mi carrera profesional de periodismo, ya que un periodista que no es observador y no se fija en detalles, se equivocó de carrera.



Con el tiempo mejoré mi técnica culinaria y la reforcé con tres meses en un curso de gastronomía en el Centro Nacional de Enseñanza (Cena) de Bogotá cuando era diplomático. Fueron tiempos felices con las compañeras colombianas en esa preparación.



Todas estas experiencias me sirvieron para crear el personaje Manolo Xiques, un cocinero profesional que usa técnicas culinarias para brindarles a los protagonistas de la novela La Casa Pifiosa (en cuarentena todo vale) deliciosos platillos, mientras estaban encerrados en la mansión de El Valle de Antón, por la cuarentena del Covid-19.

¿Quién dijo que la gastronomía y la literatura no pueden ir juntos? La verdad nadie, heredé de mi madre varios libros de recetas de cocina que aún utilizo y siempre agradeceré que pasaron de una generación a otra.

Aunque mi pequeño negocio de ventas de pollos no prosperó por razones logísticas, aún no me rindo, pero temas de cocción de alimentos están en mis novelas La Isla Camila y mi nuevo proyecto “Pûrü Mërābü”.



Obvio que la comida y las letras van unidas porque para mí es imposible escribir con el estómago vacío.

Hasta pronto lectores.

'Roma no se hizo en un día ': Héctor Aquiles González

El poeta panameño Héctor Aquiles, autor de la novela El Sheriff de Panamá, accedió a una entrevista con el portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte”, en el cual explica el inicio su pasión por las letras, sus proyectos y consejos a los nuevos literatos.

Entre sus obras están: El espejo burlón y otros relatos (2012), La última carcajada y otras minificciones (2013), además es egresado de los diplomados en Creación Literaria Internacional  de la Universidad Latina de Panamá y   de  Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP).

¿Quién es Héctor Aquiles?

No soy ningún héroe de la antigüedad clásica ni nada parecido, aunque mi padre que era profesor de español decidió llamarme así en honor de los dos grandes héroes de la Ilíada: Héctor (troyano) y Aquiles (griego). Soy un humilde panameño, amante de las letras y la salsa y de las cosas buenas que la vida ofrece. Estudié en un prestigioso colegio judío-panameño (El Instituto Alberto Einstein) y en la Universidad de Panamá.



¿Cómo nace su pasión por la literatura?

 Definitivamente que nació en casa y complementada por mis profesores en la escuela. Mis padres ambos profesores de español me inculcaron la lectura desde niño con obras como: La Iíada, La Odisea, La Eneida, El último Mohicano y casi todas las novelas de Julio Verne y Emilio Salgari, ya en la escuela leí El Quijote, Hamlet, Don Juan Tenorio y otras más.

¿Cuál es su público lector?

Es todo aquel que de manera voluntaria adquiere mis libros. Yo escribo para todo público con criterio formado.

¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

Yo leo de todo un poco y escribo de todo un poco. En la secundaria me gustaba escribir poesía clásica (sonetos) y cuentos (gané el tercer lugar en los juegos florales de 1980). Dicen mis críticos que soy mejor narrador que poeta, pero definitivamente que el cuento es mi niño mimado, aunque no dejo de coquetear con la poesía y la novela.

Dicen que hay un camino que une la literatura y la locura.

Definitivamente que sí. Los escritores somos un poco locos para escribir historias que tal vez nunca se lleguen a conocer. Unos tienen éxito, otros no. Es una ruleta rusa y un camino muy difícil de andar.

¿Va a desaparecer el libro de papel para darle paso al digital?

Pienso que el libro de papel está aún muy lejos de desaparecer. El digital sería un complemento. Hay lectores muy románticos que prefieren sentir el olor y la textura de un buen libro y otros más modernos que gustan de tener su biblioteca personal en su celular o Tablet. Hay que adaptarse a los cambios.

¿En qué se inspiró para escribir el Sheriff DE Panamá?

 Soy amante de la historia y de la de Panamá. Investigando me encontré con este fabuloso personaje del que casi no se sabía nada y me animó a escribir la novela. Andrés Villa, en Runnels; El Verdugo del Yankee Strip y Juan David Morgan, en El Caballo de Hierro, también tocan el tema desde diferentes puntos de vista. Es bueno porque enriquecen la literatura nacional.



¿Se considera un artista?

En lo personal no. Eso le toca decidirlo al público lector y críticos literarios.

¿Piensa usted que vender obras literarias en Panamá es igual que abrir un bar en Irán?

¡Uffffff! En Panamá el escritor hace de todo: investiga, escribe, corrige, edita, hace el prólogo, si no cuenta con recursos propios (como en mi caso y de el de otros colegas) busca algún mecenas (como hacían los escritores en la antigüedad como Cervantes con el Duque de Béjar para que le financiaran su publicación), mercadea y vende su libro en las librerías o sentados en alguna feria del libro y encima tienen que dar descuento cuando hay lectores que se gastan hasta sesenta dólares en libros extranjeros. Somos unos héroes de la pluma.

¿En qué ocupa sus ratos libres?

Si no estoy escribiendo o tocando, visito a la familia o a los amigos y me tomo mis buenas cervezas.

¿Cuáles son sus proyectos a futuro?

Con la pandemia tengo mucho material escrito en estos meses de encierro que quiero publicar (novela, cuento y poesía). También estoy muy activo concursando en premios hasta de niños, lo que me ha llevado a estudiar algo de literatura infantil y juvenil. En general tratar de salir de la crisis a través de la literatura.

¿Qué tiene que decir a los escritores que sienten temor a publicar sus obras?

Qué dejen el miedo. En todas las facetas de nuestra vida habrá críticas buenas y malas y ser escritor no es la excepción. Uno debe someterse al juicio de los demás. Roma no se hizo en un día. Este es un camino lleno de obstáculos, pero de una satisfacción enorme. Hay que prepararse, leer mucho y participar de talleres literarios que están muy de moda y que ayudan a perfeccionarse como escritor.

'La ilusión es lo que te hace avanzar': Roberto Martínez Guzmán

 El ícono de los escritores gallegos es Roberto Martínez Guzmán, con más de 130 mil descargas en dos de sus novelas y sus personajes Lucas Acevedo y Eva Santiago. El escritor español le contó al portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte”, su secreto para ser uno de los más leídos y sus proyectos literarios.

Sus novelas publicadas son La Suerte de los Idiotas, La Envidia de los Mediocres, Muerte sin Resurrección, Café y Cigarrillos para un Funeral y 7 Libros para Eva.

 ¿Quién es Roberto Martínez Guzmán?

Pues alguien a quien le gustaba escribir y que, con la llegada de Amazon a España, se animó a publicar y descubrió que a los lectores les gustaban sus historias. A partir de ahí, me lo tomé de un modo más profesional y ahora es mi medio de vida.



¿Cómo nace su pasión por la literatura?

Pues supongo que como a todo el mundo, leyendo de pequeño historias que me enganchaban.

Háblenos de su personaje Lucas Acevedo. ¿Cómo nace?

Lucas nace de la idea de crear una nueva serie diferente a la otra que tengo, que es la de Eva Santiago. Eva es femenina, intuitiva y muy convencional y Lucas es todo lo contrario, tiene sus métodos propios, es solitario y con una gran tendencia a atormentarse.

¿El escritor nace o se hace?

Nace en el sentido de que tiene que gustarte crear historias y, a partir de ahí, creo que el acabar dedicándote a escribir depende más de tus circunstancias y vivencias.

¿Cuál es el secreto para vender miles de descargas en Amazon? Explique.

Trabajo e intentar no equivocarte en las mil esquinas que puedes meter la pata. Tienes que tener una novela que guste, editarla bien en cuanto a portada, sinopsis y título y luego buscar la forma de que llegue a los lectores para que puedan elegirla.

¿Cuál es su público lector?

Básicamente el de Amazon, porque la mayoría de lecturas las tengo en kindle unlimited y en lectores que leen en ebook. Dentro de estos, los aficionados a la novela negra y las historias de acción e intriga.

¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

El género negro, tanto como lector como a la hora de escribir. Me gusta intrigar escribiendo y me gusta que em intriguen cuando leo.



¿Cuál ha sido la obra que más trabajo le costó escribir? Explique.

Siete libros para Eva y también creo que es mi novela más ambiciosa. La dificultad radicaba en llevar tres hilos interrelacionados y que tenían que unirse en un punto determinado.

Explique el camino del escritor independiente.

El camino es duro, porque haces todo tú, no tienes quien te respalde y si te equivocas, no puedes echarle la culpa a otro. Por lo demás, es parecido al resto de autores, tienes que conseguir que quien te lea, quiera volverte a leer y llegar al mayor número de lectores, aunque al ser independiente siempre cuentas con medios reducidos.

¿Es escritor de mapa o de brújula?

De mapa. Desde el inicio de la novela tengo que saber a donde tengo que llegar. Todas mis novelas están diseñadas para llegar a un final concreto.

¿Cree que el libro de papel desaparecerá para dar paso al digital?

No, en absoluto. Los dos tienen su espacio y muchas veces dentro del mismo lector. Es fácil encontrar personas que leen en digital, pero que a aquellos lectores a los que conocen de otras obras o con una novela que les gusta en especial, pidan el libro en papel. En este sentido, yo noto que a cada nuevo libro que saco, vendo más ejemplares en papel.

¿En qué ocupa sus ratos libres?

Viajo, veo cine, escucho música, juego con mi hijo a la Play,… No tengo aficiones raras.

¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?

En principio, mi idea es publicar una novela de Eva Santiago y la siguiente de Lucas Acevedo, pero no tengo fechas. Acabo de publicar La envidia de los mediocres y todo dependerá un poco de su evolución.

¿Qué tiene que decir a los escritores noveles con miedo de publicar obras?

Que no tengan miedo a las bofetadas, porque eso va en la profesión, y que nunca pierdan la ilusión, porque la ilusión es lo que te hace avanzar.

 

De mitologías y creaciones locas

 A mis 50 abriles comencé mi carrera de escritor, después de más de 20 años en el ejercicio del periodismo en radio, televisión, varios periódicos, oficinas estatales de prensa y hasta caminé por los pasillos de la embajada de Panamá en Colombia.

En otras palabras, soy un novato literato o escritor emergente. El periodismo me dio la técnica de redacción, la experiencia de viajar y los años de lectura el conocimiento.



Tres novelas negras, una de ficción política y otra de sátira publicadas en la plataforma de Amazon Kindle, me abrió la mente para crear mi propia mitología criolla que es la obra Pûrü Mërābü, dos palabras en emberá-wounáan que significan pueblo escondido.

La trama: una expedición a la Comarca Emberá-Wounáan en busca de diamantes rojos, cuyos protagonistas piensan hacerse millonarios en un abrir y cerrar de ojos, no sin antes pasar una serie de penurias en la selva a la cual no están acostumbrados.

Toda una locura, una tribu indígena que tienen un ojo azul, otro verde, alas de libélulas y el rey Jaguar, que no es otro que una figura mitológica mía, cuyas características son torso de hombre, con cara y cabeza de jaguar,  patas de águila arpía y alas para volar.

Mi proyecto era inventar mi propia mitología y resaltar a la provincia de Darién, tan olvidada y enterrada como la selva espesa que esconde en sus alrededores muchos misterios.

Pûrü Mërābü me encanta escribirla y la disfruto cuando trabajo en ella. No hay mejor satisfacción que dejar a los lectores historias para que se entretengan y aprendan porque la novela también tiene su mensaje, como todas las que escribo. Será para publicar el próximo año.

Hasta pronto respetados lectores. (Imagen de la cuenta de Instagram de Natgeo).

La pareja irlandesa-panameña

 

La vida y el mundo es una caja de sorpresas. En ocasiones la ficción se convierte en una realidad para dejarnos mudos.

Mi novela El Trébol de la Muerte, es una telaraña de grupos revolucionarios, unos de izquierda, nacionalistas e independentistas o terroristas, como usted lo quiera calificar.



Todos juntos en Panamá aprovechando las ventajas comerciales del istmo para lograr su meta y obvio que los grupos estatales que los combaten también los siguen en mi país.

En esa obra, Carmen Yorlenne Gaviria, es una mulata, bella y colonense que se enamora de Mark Collins, un rubio norirlandés, católico que huye a Panamá para esconderse, luego de colocar una bomba en un bar de Irlanda del Norte.

Hace casi una semana, en una feria del libro organizada por Escritores Independientes de Panamá (Einpa) para celebrar nuestro I aniversario, conocí a Phil y Nicole, quienes me compraron un ejemplar de la polémica novela.

Resulta que la descripción física de Nicole es parecida a Carmen Yorlenne Gaviria y su novio Phil, es un irlandés, casi igual al que describo en la novela, solo que no tiene el cabello ensortijado como Mark Collins y usa gafas.

¿Casualidad? No lo sé, no obstante, mucha coincidencia y la ficción se convirtió en realidad. Ella mulata y él es el clásico caucásico europeo.

Yo feliz de haber conocido a la pareja y no cabía en el pellejo de alegría por verlos con mi novela en la mano de Nicole porque en esta vida de todo puede pasar, aunque nos sorprenda.

'Hasta en los escritores panameños existe una gran rosca': Carmen Nieto Carter

 La escritora panameña Carmen Nieto Carter, sin pelos en la lengua y de forma tajante explica su punto de vista sobre la situación literaria panameña y el vía crucis para editar, además de sacar al mercado una obra. La hija de la legendaria y recordada María “Pantalones”, habló con el portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte”, en el cual plasma su opinión del ámbito literario local.


¿Quién es Carmen Nieto Carter? Explique su mini biografía.

Carmen Nieto Carter es panameña, egresada del Instituto de Técnicas especializadas de profesión Programadora de Computadoras con conocimientos de Administración y Mercadeo de Ventas, autora de la obra Narrativa Querida Maudelyne, la historia de María Carter “Pantalones”. 

En esta obra encontré mi vocación de escritora y así nació Penélope La Estudiante Ejemplar para mostrar la crianza de los hijos y las vivencias que pueden suceder les sin siquiera sospecharse; con el fin de quitarle las telarañas de la cabeza y estar alerta en todo el entorno familiar.

¿Cómo nace su pasión por la literatura?

Narrar la vida y legado de mi madre y plasmar su amor, su vocación su entrega solo con la finalidad de demostrar que no hay que ser millonarios para hacer por los niños y la juventud muchas cosas para sacarlos del vicio y del ocio.

No solo en los paraísos hay inspiración para las letras, sino en los barrios pobres. ¿Qué opina?

Sí. Es cierto que en los barrios hay escritores sin oportunidad de poder llegar a sacar libros de historias reales, vividas y de fantasías.

 


¿Qué opina del mercado literario panameño?

Que podría decirte de los lectores; algunas veces se dejan llevar por temas y de historia muchas veces les interesa más a personas contemporáneas de 40 años.

Hay que hacer mucho por incentivar a los jóvenes a amar la lectura.

¿Cuál es su público lector?

Lo que escribo es para todo público.

¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

En lo personal me gusta leer de todo un poco, menos de historias de terror o de ocultismo. Me llaman mucho los temas de realización personal, autoestima, psicología, ciencia y superación. Historias de amor románticas que hoy día son muy pocas, considero.

Explique el camino del escritor independiente.

Hoy puedo expresar libremente que es muy difícil ser escritor independiente. A mí me cuesta de mi peculio personal, invertir en imprimir los libros, luego colocarlos en las librerías para luego ver no sólo la venta de los mismos, sino que llegas al corazón de los lectores. Todos sacan un beneficio económico antes que el escritor-autor.

¿Ha pensado entrar en el mercado internacional? Explique.

En dos ocasiones me pidieron los derechos de autor de la obra Querida Maudelyne, pero el costo era de US$ 1.00 por cada libro vendido. Como editorial ellos podrían llegar de manera internacional sin siquiera considerar al autor. En el futuro para mi será un hobby.

¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?

Escribir y sacar libros, pues es bien difícil vivir de la remuneración. Si he tenido propuestas de llevar el Libro Querida Maudelyne internacional mente, pero no se ha concretado.

Tengo una tercera obra que se llama Eclipse Total del Amor, es una obra de pensamientos poesías y poemas de amor, a la humanidad, a Dios, a la vida, a los amantes y a las decepciones. Inspirada en sentimientos reales que pasa una persona y de gratitud por existir.

Fue con esta obra que participé en el concurso de poesía Ricardo Miró con el seudónimo Agatha Turner.

 ¿Cuál es la parte más difícil de un escritor al trabajar?

Escribir no es la parte más difícil, es pagar por diagramación, por editarlo, por corregir la gramática, pagar por la portada y luego colocarlo en librerías unas que te cobran hasta el 20% de las ventas.

¿Qué tiene que decir a los escritores anónimos con miedo de publicar obras?

Lamento decir en este momento, que hasta en los escritores panameños existe una gran rosca, quienes tienen ayuda y no son humildes. He participado en ferias y he vendido libros donde nadie y solo puedo decirles que los vendo porque hay un legado que dejo mi madre y que me ha apoyado.

Con las ventas de mis obras realizo regalos a niños en navidades en memoria de mi mamá.

A los escritores sólo puedo decirle: luchen por sus sueños, toquen puertas, crean en sí en sus obras y no desmayen  en darse a conocer.  Siempre hay quien aprecie lo que escribes y lo que aportas en tus libros.

Cuando el amor se va

 Quizás no haya palabras para describir el sentimiento de tristeza, melancolía, sufrimiento de momentos más tensos y dolor que cuando un amor se va.

 

No me refiero cuando alguien amado muere, sino en momentos en que el corazón queda destrozado por las famosas palabras: “adiós”, “ya no más”, “se acabó”, “no podemos seguir juntos” y otras que ya todos conocen.

 


Ni las rumbas, ni la cerveza, güisqui, vino, tequila o alguna otra sustancia hará olvidar todo ese tiempo, ya sea corto, mediano y largo de la persona con quien se compartieron tantas anécdotas.

 

Por el contrario, cualquier borrachera hace recordar más los momentos que resuenan en la cabeza como miles de átomos que estallan. ¿Volverte a ver? Difícil porque nada dura para siempre e incluyo la propia existencia porque lo único seguro en este mundo es que moriremos.

 

¿Es posible reparar una relación rota? Para mí una soga que se rompe y vuelve a reatar no queda igual y se desatará tarde o temprano.

 

Sin embargo, el mejor antídoto es la escritura, versos, poemas, cuentos, novelas u alguna obra de teatro.

 

Plasmar nuestro sufrimiento, recuerdos de aquellos besos, escapadas clandestinas, miradas tímidas, presentaciones impertinentes (cuando alguien no sabe cortejar una pareja y quiere conocerla) y encuentros casuales.

 

Un ósculo, cruce de pupilas, sentir que la tiembla bajo la tierra mientras se hace el amor, lágrimas, risas, gritos, tensiones y combinar el idioma del corazón junto con el abecedario.

 

No hay nada más gratificante que escribir, independientemente del sentimiento, aunque para otros es el momento cúspide de la fase de la luna, en la cual viene el diluvio de la inspiración.

 

“Ama las letras porque ellas no muerden” es mi lema porque las adoro y de muchas vivencias personales o profesionales nacieron algunas de mis novelas o cuentos.

 

¿Qué opina usted, respetado lector?

 

'Hay que leer mucho para ser mejores críticos de sus propios textos': Danae Brugiati

 Un ícono y orgullo para la literatura panameña representa la escritora chiricana  Danae Brugiati, educadora, traductora y quien vivió muchos años en Europa, específicamente en Grecia. La letrada, ganadora del premio literario Ricardo Miró, en el 2019, en la categoría ensayo, con su obra “Mestizaje, Mujeres y Mitos”, accedió a una entrevista con el portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte” para contarnos sus inicios y proyectos.

¿Quién es Danae Brugiati? Explique su biografía.

Nací por buena suerte en Chiriquí, Panamá. Soy madre, abuela, hermana. También docente y traductora. Viajé mucho cuando todavía no nos fotografiábamos montando un camello o con el Acrópolis de fondo.

¿Cómo nace su pasión por la literatura?

Dirigida por padres y maestros buenos lectores desde muy temprana edad.

¿Háblenos de sus obras?

Cuentos, ensayos y poesía. Lo que más disfruto al escribir son los cuentos. Y poesía, no he publicado mucho.

¿Cuál es su público lector?

Todas las edades.

¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

Leo de todo y los cuentos me prefieren a mí.

Usted  vivió muchos años  en Europa. ¿Díganos las diferencias culturales y otras que vio?

Creo que en Europa hay más respeto por el quehacer del otro y de la colectividad. No hay puntos de comparación, si no circunstancias e historias diferentes.

¿Cuál fue la obra que más trabajo le costó escribir?

La primera, Pretextos para contarte.



¿Cuál fue su reacción cuando le informaron que ganó el premio Ricardo Miró?

Por supuesto, mucha alegría y muchos deseos de seguir escribiendo.

¿Se lee o no en Panamá?

Sí se lee, y especialmente ahora, durante la pandemia. Se lee poco en proporción a la población, pero hay un público constante y los lectores varían según la época y los gustos. No se lee Homero, pero se lee a Brad Meltzer o a Ray Bradbury.

¿En qué ocupa sus ratos libres?

Leer.

¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?

Algunos ensayos y la publicación de un poemario.

¿Qué tiene que decir a los escritores nuevos que sienten temor a  publicar obras?

Que su temor es justificado y sano. No deben apresurarse a publicar cualquier cosa. Últimamente no veo obras de calidad en el ámbito panameño en ningún género. Hay que leer mucho para ser mejores críticos de sus propios textos.

Los males del escritor

 

Los que amamos las letras no somos seres de otro planeta y así como tenemos virtudes también poseemos debilidades que en ocasiones pensamos ocultar por miedo a la sociedad o el qué dirán.

Imposible tapar el sol con una mano, pero lo importante es buscar una salida a nuestros problemas, defectos naturales o creados por nosotros mismos.

Algunos sueños son como un barco en el que zarpó Cristóbal Colón en un mar desconocido con triunfos a futuros, aplausos, cuentas bancarias gordas, fama y ser leídos por millones de lectores.

Sin embargo, cuando esas metas no se cumplen caímos en la depresión o la frustración y nos estrellamos con un muro más largo que el antiguo de Berlín, el de Israel de los territorios palestinos, de México con EE.UU. o el que dibuje nuestra imaginación.



En ocasiones, antes de ese pensado triunfo de nuestros proyectos, padecemos   problemas como depresión, alcoholismo, drogas, frustraciones y se nos viene abajo el mundo que construimos.

Algunos colegas usan el licor para inspirarse, unos se drogan  y algunos utilizan el dolor, la frustración, la melancolía, el sufrimiento y sentimientos distintos porque cada letrado es un mundo distinto con fase de luna diversa.

Aclaro que no necesariamente se debe estar bajo efectos de alguno de los estados presentados para inspirarse, ya que escritores lo hacen sencillamente de forma natural, sin recurrir a fuerzas exógenas para entrar en la fase de la creación.

Lo que sí es cierto es que problemas como la depresión y el alcoholismo destacan entre algunos creadores de las letras, lo que quiero destacar no es malo, sino algo normal como describí anteriormente porque no somos de Saturno, Júpiter y de Neptuno, sino terrícolas.

Yo mismo pasé, antes de ser escritor emergente, por problemas depresivos en 1995 y el 2002, por lo que es importante que usted busque ayuda profesional si se siente en un estado similar.

Con todo y nuestros problemas que atravesamos los escritores, pensamos en los lectores con historias que le lleguen al corazón, cambiar vidas, crear conciencia en la sociedad, hacer un mundo diferente con justicia social, amor, alegría, comedia, tragedia, hacer docencia y plasmar nuestras fantasías que siempre parten de una realidad.

 Incluyo que soy adicto al cigarrillo y todos mis intentos por dejarlo han fracasado, por lo que no soy inmune  a males y menos vaca sagrada. 

'el loco disfruta su mundo, el poeta busca transmitirlo': Wills Méndez

 

De todo un poco es el poeta Wills Méndez, ama las letras, la arquitectura y los diseños de video juegos. El artista le cuenta al portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte”, las razones por las cuales aterrizó en istmo y cómo entró en el mundo literario.

¿Quién es Williams Méndez?

Una pregunta difícil de contestar, mejor te cuento un poco de mi historia.

Nací en El Salvador, durante la guerra, en Cojutepeque, una ciudad al pie de un cerro con mucha neblina donde antes había frío hoy ya no. Mi familia se mudó a la capital donde crecí, aunque nos hemos mudado varias veces por diversas causas. Tuve una formación completamente católica y muy completa. Mi formación académica ha sido muy variada, obtuve un técnico en electrónica, luego el título de arquitecto, luego la maestría en Arquitectura y como me interesan mucho los softwares, la tecnología y el diseño actualmente estudio Diseño de videojuegos, además de poesía, ambos en Argentina. Me mudé a Panamá hace 11 años y ha sido una experiencia de vida increíble, iniciar en una sociedad desde cero y construir y redescubrirse a uno mismo ha sido el proceso más largo en mi vida, sin embargo, ha sido el más fructífero.

¿Cómo llega de El Salvador a Panamá?

Justo había terminado mi carrera de Arquitecto en la Universidad de El Salvador y debido que me gradué con CUM Laude fui exonerado de mi tesis de grado y pude obtener mi título casi al instante, gracias a eso una empresa con sede en ambos países me ofreció venir a Panamá por un par de meses, en realidad no había un plan de quedarse, era una experiencia de tres meses que ha durado ya años. Llegué un 31 de enero en el vuelo del medio día, a la 1:00 p.m. hora local.



¿Cómo nace su pasión por la literatura?

Creo que es algo que se construyó poco a poco. No puedo determinar un instante preciso y decir “aquí nace mi pasión”, por una parte, le debo a mi profesora de literatura en el colegio, la señorita Perla, ella creo que fue la primera que me dio esa chispa, luego hay otros momentos, como cuando me tocó dramatizar El Principito y yo era el zorro. Mi mamá se esforzó mucho haciéndome un traje de lobo para las presentaciones y estas cosas así son las que te van abonando a sentir pasión por algo. Luego fue la propia curiosidad de conocer las figuras retóricas, las formas del pensamiento literario, comprar libros de poesía y de novelas, luego uno encuentra del amplio mundo uno nicho que a la vez es tan grande y profundo, pero aquí sigo, cultivando esta pasión.

 

¿Háblenos de sus poetas que lo inspiraron?

Mi primer libro de poesía fue Rimas de Gustavo Adolfo Becquer, había leído otros autores antes, muchos de hecho, pero este impactó y me inspiró a buscar más.

Hay muchas personas que me inspiran, no solo poetas, los principales son: John Donne, poeta metafísico del siglo XV, que buscó relacionar objetos completamente distintos con ideas nuevas, muy diferente a lo acostumbrado en aquel tiempo, además no toca solo temas como el hombre, la muerte y el amor, sino también la religión. Rainer María Rilke cuyo destino siempre estaba en otra parte, los manuscritos de Vicente Huidobro que nos invitan a crear con la poesía, siguiendo otra línea narrativa Milán Kundera, ya que plantea de manera extraordinaria lo frágil que somos los seres humanos, lo complicado de nuestras relaciones y sus obras mezclan lo político con lo filosófico. Roberto Juarroz y su poesía que indaga en la metafísica y estira el lenguaje hasta sus límites o más allá. Podría nombrar otros como Isaac Asimov y su visión universal y tecnológica del ser humano y toda la obra de Byung-Chul Han, Ludwig Wittgenstein y mi siempre favorito David Wojnarowicz.

¿Cómo nace su creatividad o en que se basa para escribir?

Es algo que va muy de la mano con mi profesión, con el diseño me auto bombardeo de información tanto técnica como humanística, y siempre voy descubriendo temas que me gustaría tocar, así que los anoto para posterior desarrollo. En el sentido estricto de donde nace la creatividad pues de las personas y de las situaciones que se dan entre nosotros más que del mundo natural. Nosotros nos diseñamos a nosotros mismos, que mejor tema para profundizar. Uno se separa del mundo para escribir, pero se envuelve en él para inspirarse.

Poeta y loco, dicen algunos. ¿Qué dice sobre esto?

Si, sin duda todos tenemos algo de eso. Ahora bien, ambos conceptos podrían decirse opuestos, un loco actúa sin reflexión sobre sus acciones, así, todos hemos cometido alguna locura, ya sea por amor, por aventura o por necesidad; en contraparte, el poeta se debe a la reflexión, no solo a la reflexión del mundo exterior -cualquiera que busque presentar- sino también al interior y sobre todo al de la palabra.

Ambos tienen acceso a realidades desconocidas, el loco disfruta su mundo, el poeta busca transmitirlo. Todos cargamos con esa dualidad, basta decidir con qué efecto nos sentimos más cómodos.



¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

En primer lugar, poesía, tanto leer como escribir. Sin embargo, leo mucha filosofía, arquitectura y antropología. En cuanto a géneros y temáticas, la ciencia ficción y el misterio sobre todo si están relacionados con el espacio y llevar al límite la condición humana.

¿Qué opina del mercado literario panameño?

Antes de la pandemia se veía poco, no es algo que esté en el día a día, ni en la televisión o en la radio, tampoco es un tema frecuente de conversación. Ahora con las redes sociales y el trabajo de muchas personas particulares se ha incrementado y se ha dado a conocer la literatura en redes sociales, hay comunidades de lectores, los instagramers que nos mantienen actualizados, hay una necesidad de leer y compartir. Hay literatura, por supuesto, pero falta mucho impulso tanto para el autor nacional, el residente y los escritores jóvenes.

Explique el espinoso camino del escritor independiente.

La escritura, como toda profesión, requiere una formación. Lo primero es eso, preguntarse dónde encuentro ese conocimiento. Posterior a eso un escritor que decide publicar por su propia cuenta ya sea en plataformas digitales o en editoriales independientes, se enfrenta a otro desafío: venderse. La literatura no debe verse como un producto comercial porque se degrada, para eso tenemos el libro como producto final que hay que promover y distribuir. ¿Cómo? ¿Por dónde empiezo? ¿Qué digo en una presentación? ¿Quién es mi público? ¿Cómo llego a él? En un mundo donde todo es atractivo ¿cómo ser más atractivo? ¿Puedo vivir de esto o es más la inversión que el retorno? ¿Cómo no caer en lo banal? Son preguntas que están relacionadas con la promoción y que debemos considerar, se necesitan espacios que faciliten la promoción, público que asista y por supuesto más acceso. Sin duda es un largo camino, pero también se disfruta mucho.

¿Es escritor de mapa o de brújula?

Estoy trabajando por ser más de bisturí: retirar lo innecesario.

A muchos escritores no les gusta mercadear sus obras. ¿Qué opina?

Es una decisión propia. Es difícil, a mí también me cuesta mercadearme. Estoy encontrándome, pero si el objetivo es darse a conocer, es un requisito indispensable.

¿En qué ocupa sus ratos libres?

Duermo, el resto del tiempo siempre me ocupo en algo.

¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?

Por el momento ninguno fijo, aunque siempre hay algo tras el telón, pero veremos que nos prepara el futuro.

¿Qué tiene que decir a los escritores anónimos con miedo de publicar obras?

Por una parte, entiendo el no querer publicar, antes de la primera obra nunca tampoco tuve intenciones de hacerlo, en parte porque no lo creí necesario y en parte porque no sabía cómo hacerlo. Cuando me decidí fue un aprendizaje inesperado, es una forma de madurar y ser más consciente e incrementar el compromiso con lo que estás haciendo. Sin duda, hay que rodearse de gente sincera y crítica pero que a la vez te anime a llevar a cabo tus proyectos.

 

La pobreza como inspiración para escribir

 

Cuando me preguntan de qué parte vengo de Panamá, sencillamente respondo lo siguiente: “soy chorrillero y ahora vivo en Vacamonte”, lo que sorprende algunos, mientras otros no se extrañan.

Uno nunca debe ocultar sus orígenes, si eres de campo, si vienes de los arrabales, de barrios pobres o determinado estrato social, a menos que tu vida o futuro peligre si lo revelas.

La pobreza es fuente inagotable de temas para escribir cuentos, novelas, obras de teatro, ensayos y poesía.



El poema “Cuartos” de Demetrio Herrera Sevillano (1902-1950), desnuda la realidad de las casas de madera y las familias que allí residen, ya que el poeta panameño vivió en el barrio de Santa Ana.

De niño residí en uno de esos caserones, en calle E, Santa Ana, era de madera vieja y su estructura estaba condenada por los bomberos.

Al ir a evacuar todos sabían porque llevabas el papel sanitario, la tapa o el asiento del inodoro, jabón y toalla para luego bañarse. Saludabas a los vecinos y todo era tranquilo, además de normal.

Pasar trabajo, ir al colegio sin comer, no tener juguetes en navidad o los que deseas, las destruidas escuelas públicas, los compañeros de salón y la vecina linda del barrio o la más mala del vecindario, también es parte de la inspiración.

En la novela Los forzados de Gamboa de Joaquín Beleño (1921-1988) dibuja un mapa de la pobreza en el popular barrio capitalino de San Miguel.



Como escritor emergente me es imposible no escribir lo que vi y viví de infante e incluyo esas aristas en la novela El Trébol de la Muerte y los cuentos El rejo yanqui, Pedrito, el morcillero y La flor de Clayton, que narra la historia de una vecina que iba a la antigua base estadounidense en Panamá a “pescar” soldados yanquis para “mejorar” su futuro.

Balaceras, poca comida, patio limoso, señoras pobres, pero con aspiraciones a “catrinas”, chicas de barrio escandalosas, consumo de marihuana, hurtos, robos, viviendas destartaladas, heces, hediondez, homicidios y gente con deseos de superación, son parte de lo narrado en numerosas obras literarias.