Los males del escritor

 

Los que amamos las letras no somos seres de otro planeta y así como tenemos virtudes también poseemos debilidades que en ocasiones pensamos ocultar por miedo a la sociedad o el qué dirán.

Imposible tapar el sol con una mano, pero lo importante es buscar una salida a nuestros problemas, defectos naturales o creados por nosotros mismos.

Algunos sueños son como un barco en el que zarpó Cristóbal Colón en un mar desconocido con triunfos a futuros, aplausos, cuentas bancarias gordas, fama y ser leídos por millones de lectores.

Sin embargo, cuando esas metas no se cumplen caímos en la depresión o la frustración y nos estrellamos con un muro más largo que el antiguo de Berlín, el de Israel de los territorios palestinos, de México con EE.UU. o el que dibuje nuestra imaginación.



En ocasiones, antes de ese pensado triunfo de nuestros proyectos, padecemos   problemas como depresión, alcoholismo, drogas, frustraciones y se nos viene abajo el mundo que construimos.

Algunos colegas usan el licor para inspirarse, unos se drogan  y algunos utilizan el dolor, la frustración, la melancolía, el sufrimiento y sentimientos distintos porque cada letrado es un mundo distinto con fase de luna diversa.

Aclaro que no necesariamente se debe estar bajo efectos de alguno de los estados presentados para inspirarse, ya que escritores lo hacen sencillamente de forma natural, sin recurrir a fuerzas exógenas para entrar en la fase de la creación.

Lo que sí es cierto es que problemas como la depresión y el alcoholismo destacan entre algunos creadores de las letras, lo que quiero destacar no es malo, sino algo normal como describí anteriormente porque no somos de Saturno, Júpiter y de Neptuno, sino terrícolas.

Yo mismo pasé, antes de ser escritor emergente, por problemas depresivos en 1995 y el 2002, por lo que es importante que usted busque ayuda profesional si se siente en un estado similar.

Con todo y nuestros problemas que atravesamos los escritores, pensamos en los lectores con historias que le lleguen al corazón, cambiar vidas, crear conciencia en la sociedad, hacer un mundo diferente con justicia social, amor, alegría, comedia, tragedia, hacer docencia y plasmar nuestras fantasías que siempre parten de una realidad.

 Incluyo que soy adicto al cigarrillo y todos mis intentos por dejarlo han fracasado, por lo que no soy inmune  a males y menos vaca sagrada. 

Comentarios

  1. Buen artículo en el cual varios colegas se vean reflejados y entiendan que es normal. Seres humanos con el alma desnuda .

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