Andys Montenegro: 'soy un fanático del dibujo anatómico'

 

Andys Montenegro, es un abogado panameño que difunde la parte oscura del comportamiento humano, con algo de su experiencia laboral y sabe la difícil tarea de ser escritor independiente. El novelista conversó con el portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte” para responder  interesantes preguntas. 

 

¿Quién es Andys Montenegro?

Soy abogado y docente. Como la mayoría de los abogados en Panamá, empecé mi vida profesional como un funcionario público en diversas instituciones estatales. Cuento con una maestría en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal, y otra en Derecho Privado con énfasis en Derecho Comercial. Lo sé, estoy empezando con todo lo aburrido. "Insertar carita de risita incómoda". Como profesional del Derecho, tengo que reconocer que todas mis obras tienen una clara influencia de mis experiencias en el campo jurídico.

 


¿Cómo nace su pasión por la literatura?

En la secundaria. Específicamente con un clásico de la literatura: "La Iliada de Homero" y luego, por supuesto la "Odisea". Estos libros me llevaron a sumergirme en el mundo de la literatura y a emocionarme con las historias, especialmente con las de origen fantástico.

 

¿Háblenos de su obra Mi Maldita Jefa?

A diferencia de lo que muchos podrían creer, Mi Maldita Jefa, no es un obra completamente influenciada por mis experiencias laborales... "Al menos no, totalmente". Esta obra, es un intento de novela histórica, con una fuerte influencia paranormal. La misma está ubicada en un período histórico sumamente triste para nuestro país. La invasión a Panamá, por parte de los Estados Unidos.    Para mí fue inevitable tratar temas paranormales, sobre todo en un período histórico en el que se produjeron tantas desapariciones.

 

¿Cuál es su público lector?

Me gustaría creer que escribo para todo público, pero lo cierto es que, mis obras son en su mayoría para un público adulto y adolescente. La mayoría de mis obras, tienden a retratar una parte muy oscura del comportamiento humano. Algunos pueden llegar a sentirse incómodos, puesto que, en mi caso, evito retratar a mis personajes como héroes o villanos. Prefiero mostrarlos como humanos, con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva.

 


¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

Me gusta mucho leer novelas históricas, pero como cualquier otro escritor, también disfruto de novelas románticas y de ciencia ficción.

 

Explique el tedioso trabajo de laborar como abogado y escribir obras literarias

Curiosamente, como lo dije antes, muchas de mis experiencias laborales, sirven como inspiración al momento de diseñar mis obras. Incluso al momento de construir muchos de mis personajes. Es normal que un escritor se inspire en otras obras o en películas al momento de escribir, pero en mi caso, prefiero retratar historias influenciadas por las personas del día a día, y siento que eso, otorga una complejidad un tanto más realista.

 

¿Qué opina del mercado Literario panameño?

Tengo sentimientos encontrados sobre este punto. Originalmente era del pensamiento de escribir para un público internacional. Debido a la creencia extendida de que el público lector panameño no es muy activo. Sin embargo, en los últimos meses, con las constantes actividades literarias, he modificado parcialmente mi punto de vista, al notar que sí hay un mercado. Obviamente en crecimiento, pero el mercado está ahí.

 


Explique el espinoso camino del escritor independiente

Es una inversión de tiempo completo. No terminaría de explicar todos los inconvenientes que conlleva. Para el autor autopublicado "TODO" es mucho más difícil. No es sólo escribir... ojalá fuera solo eso. El escritor independiente, debe invertir en portada... una muy buena portada. Solamente eso, es suficiente para llenar una entrevista completa. Ahora imagínense si entramos a discutir el tema de la maquetación, la corrección ortográfica, la corrección de estilo... básicamente no terminaríamos de discutir.

 

¿Es escritor de mapa o brújula?

Creo que tengo un poco de ambos. Muchas de mis obras la traté como escritor mapa y otras como escritor brújula. Creo que ambas son igualmente efectivas.

 

¿En qué ocupa sus ratos libres?

Además de leer, soy un fanático del dibujo anatómico. Curiosamente, esa afición empecé, por mi necesidad de retratar a algunos de mis personajes. Eso, de una u otra forma, me llevó a interesarme mucho en el dibujo a nivel anatómico.

 


¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?

Siempre quise trabajar en una novela que mezclará elementos históricos con ciencia ficción. Parecen dos géneros opuestos, pero, siento que definitivamente ese sería mi siguiente proyecto literario.

 

¿Qué tiene que decir a los escritores anónimos con miedo de publicar obras?

Las ideas, solo se quedan en ideas, y poco a poco, van desapareciendo de la mente, igual que los sueños que decidimos dejar en el camino. Si tienes una idea en mente, no pierdas el tiempo, empieza a escribir. Encontrarás miles de obstáculos, pero eso, solo es señal de que vas por buen camino. Es justo como en los videojuegos. Solamente sabes que vas por el camino correcto, cuando empiezan a aparecer los enemigos. No dejen de escribir y no dejen de soñar.

'Los mexicanos son seres generosos que aman y reciben': Ligia Urroz

 

La escritora nicaragüense, con más de 40 años de residencia en México, Ligia Urroz, concedió una entrevista al portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte”  y sus sensacionales respuestas dejan a cualquiera boquiabierto. Una mujer que nació para las letras y la música.

 

¿Quién es Ligia Urroz? Nárrenos su vida brevemente.

Ligia Urroz es una mujer que creció antes de tiempo; apenas con once años de vida había vivido los horrores de la guerra y del exilio. Migró junto con su familia a México, una vez ahí, se dedicó al estudio y al trabajo. Hizo la carrera en economía y luego un máster en Londres, trabajó 25 años en el sector financiero para luego dedicarse por completo a sus pasiones: la música, la literatura y su estudio.



¿Cómo llega su pasión por la literatura?

Mi pasión por la literatura llega desde muy pequeña, aprendí a leer a los 3 años y de ahí me convertí en una lectora voraz.

A los dieciséis años tuve una charla con Gabriel García Márquez (en ese entonces yo ya había leído todo lo que él había publicado). En dicha charla le pregunté con toda la ingenuidad de una lectora adolescente acerca de sus personajes y derroteros. Él me dijo que estaba impresionado de que una jovencita conociese toda su obra y charlara sin tapujos sobre ella. Creo que a partir de ahí decidí que nunca me iba a separar de mis lecturas, y lo he cumplido.

Cuéntenos un poco de su obra Somoza.

Somoza es mi última novela, editada por Planeta. Es una obra de autoficción. En ella cuento los últimos años de la dictadura en Nicaragua del general Anastasio Somoza Debayle. La narro en múltiples voces: un narrador omnisciente, Ligia niña -quien conoció de cerca al general- y Ligia adulta, -quien a partir de la madurez y el tiempo- le pide cuentas y le reclama al dictador.

¿Cómo fue ese drástico cambio de una Nicaragua en guerra a un exilio en tierras desconocidas?

A pesar de haber dejado todo atrás (mi tierra, casa, familia, amigos, colegio), México me recibió con los brazos abiertos.

Los mexicanos son seres generosos que aman y reciben. Fueron momentos de mucha pérdida y carencias que me enseñaron a ser resiliente y a aprender el valor del trabajo y del estudio.

¿Ha vuelto usted a Nicaragua?

He vuelto un par de veces; la primera a reencontrarme con mi tierra y la segunda a presentar mi novela La Muralla.



¿Cómo ve su país de origen en 10 años?

Espero de corazón que la dictadura de Daniel Ortega termine y empiecen momentos de verdadera democracia y paz. Si eso no ocurre, mi país continuará sufriendo carencias y derramamiento de sangre.

¿Cuál es su público lector?

Tengo lectores de todas las edades a partir de los trece años. De hecho, mi novela La Muralla, fue preseleccionada por la SEP para formar parte de las Bibliotecas de Aula de las escuelas públicas. Lamentablemente nunca se tuvo el presupuesto y solo aparecen en el catálogo.

¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

Escribo novela, cuento, ensayo y crónica. Dependiendo de mi necesidad de escribir y del momento por el que esté pasando, escojo el género. Me gusta mucho también leer poesía. Es necesaria.



También toca la guitarra ¿Cómo nace el amor por la música?

Toda mi familia del lado Urroz lleva la música en la sangre. Mi abuelo paterno fue el director de la Orquesta Sinfónica de Nicaragua y primer violín. Desde pequeña lo escuchaba practicar unas seis o siete horas al día. Mi primera aproximación a la música fue el género clásico y aprendí a ser ecléctica. A los 6 años recibí mis primeras clases de guitarra y desde entonces he tocado. He pasado por el coro de la iglesia, el grupo de instrumental de la escuela y ahora soy guitarra rítmica de una banda de rock ochentero.

¿Qué hace Ligia Urroz en su tiempo libre?

Creo que no tengo tiempo libre porque siempre lo dedico a la lectura, pero cuando no leo, soy una apasionada del ejercicio y el vino. Me gusta viajar y asombrarme a cada paso.

¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?

Estoy escribiendo una novela acerca de adicciones.

Un mensaje a la juventud mundial.

Los invito a que lean porque es una forma de conocer la vida. La literatura nos mueve hacia realidades diferentes, pensamos en múltiples cabezas, conocemos y viajamos por territorios donde nunca hemos estado y probablemente no estaremos físicamente. ¿Quién no se ha conmovido flotando por el Amazonas dentro del Corazón de las tinieblas de Conrad? Hemos viajado por los océanos y visto el mundo acuático de Verne. Platicamos con nuestros muertos en Comala, luchamos contra molinos de viento y reinado en Barataria con nuestros admirados Sancho y Don Quijote.

Respiramos la humedad y vemos mariposas amarillas en Macondo. He visto dos lunas con Murakami y me he paseado por las calles de París encontrando a la Maga y Oliveira.

Regalándonos la dicha de ser lectores indagamos acerca de la naturaleza humana: nos buscamos a nosotros mismos y abrimos los sentidos; nos sorprendemos y revelamos.

La literatura es un instrumento de defensa de la libertad humana; nos abrimos en canal y nos leemos para ser más sensibles y empáticos porque la raza humana es una.

Todo lo anterior para recomendar que LEAN.

'Me inspiro en todo lo que me rodea': Gerona Rovira

 La farmacéutica Gerona Rovira también es escritora panameña,  se abre paso al difícil mundo literario del istmo, pero no ser rinde y lucha. Accedió a conceder una entrevista al portal Fígaro Abrego, el escritor de Vacamonte y nos cuenta sobre su mundo de letras y planes.  

¿Quién es Gerona Rovira?

“Soy mis acciones, mis recuerdos, mis creencias y algunas cosas que otros creen que soy. Y todavía estoy en formación. Esta respuesta no fue fácil, ni siquiera sé si es correcta. Es lo que me parece en el momento. Busqué en internet porque siento que es difícil resumir en pocas palabras quiénes somos”.



¿Cómo nace su amor por la literatura?

Dejé de utilizar mi automóvil y comencé a viajar en transporte o con familiares. Le comenté a una de mis mejores amigas que me aburría en el trayecto y me comenzó a enviar libros de novela negra. Así me enamoré de la literatura. Y ahora casi no leo novela negra, ahora quiero leer de todo.

¿Cómo creó El paso de cebra y otros relatos?

“En ese mismo viaje diario, comencé a garabatear en mi celular. Después de un par de años, decidí entrar a un taller de escritura de cuentos en el 2018. Desde esa fecha comencé a escribir el libro”.

¿Cuál es su público lector?

“En estos momentos, mi público es quien disfrute de historias con las que se pueda transportar a otras realidades”.

¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

“Leo novela y cuento, no tengo una proporción específica. Ahora estoy leyendo bastante poesía. Sobre escribir, por el momento, prefiero cuento”.



¿Es escritora de brújula o de mapa?

“Generalmente, soy de brújula, sin embargo, a veces decido que quiero escribir de un tema específico y creo que eso ya es algo de mapa”.

¿En qué o en quién se inspira Gerona Rovira al escribir?

“Me inspiro en todo lo que me rodea. Cualquier cosa, desde una imagen hasta cosas que me pasan a mí”.

¿Considera que se lee en Panamá o es un problema de mercado? Explique.

“En Panamá sí se lee, en Panamá hay muchos escritores buenos, pero falta más divulgación. Se debe hacer un trabajo de mercadeo más intenso para que el panameño conozca lo que se produce aquí”.

¿Qué le puede decir a quienes les gusta escribir y no se atreven?

“Que lean mucho y busquen cómo formarse. Y que escriban. Si se desea escribir, hay que escribir, de lo contrario las ideas se las lleva el tiempo”.



¿Cuáles son sus proyectos a futuro?

“Continúo escribiendo cuentos, así que espero poder sacar un libro el próximo año. Tengo una novela rebelde que se niega a completarse; el argumento está como un tranque a las 5:30 pm de un viernes de quincena”.

‘El escritor tiene que hacerlo todo y llevar muchos sombreros’: Kathia Arjona

 

Kathia Arjona, reconocida amante de las letras en Panamá y por su cuenta en Instragram de @Cazalect concedió una entrevista al portal “Fígaro Ábrego, el escritor de Vacamonte";  nos cuenta su historia y cómo cruzó la frontera para convertirse de lectora a escritora. Pasó de entrevistar a literatos a ser entrevistada.

 

 


¿Quién es Kathia Arjona? Háblenos de usted.

 Kathia Arjona, es una mujer soñadora, con muchos proyectos y metas por cumplir, siempre creando, agradecida con las bendiciones recibidas, madre de dos adolescentes, esposa y novia, amiga, fiel creyente en la unidad familiar y en que todos los días tienes la oportunidad de dar y aprender.   


¿Cómo descubrió que iba a ser escritora? 

  Desde pequeña supe que a través de las letras podía expresarme mejor, que lo que sentía y emocionaba debía plasmarlo en un papel.   Escribir me permitía ordenar mis ideas y a través de los años, ese sueño estuvo latente hasta que dejé de pensarlo y dejé los miedos a un lado para atreverme a hacer público mis sentimientos, frustraciones, deseos y conectar con otros.

¿Háblenos de su obra Historias para compartir un café?

 “Historias para compartir un café” contiene un compendio de 30 relatos cortos que narran lo que sentí y viví en Pandemia el año pasado, donde todo nuestro mundo se ponía al revés.  Son relatos, ya sea vividos por mi o por personas cercanas a mí, donde las frustraciones o emociones a flor de piel, pueden convertirse en una oportunidad y en un aprendizaje. 

 


Al final del libro se incluye también un conjunto de frases por temas que puedes usarlos para cualquier momento, siendo frases motivadoras (frases de la familia, frases de escritores, frases de café, frases de vino, etc.). 

 Igualmente, hay ilustraciones y muchas lecciones de vida en estos relatos donde puedes identificarte en algunas de ellas.

¿Cuál es su público lector?  

 

Desde niños de diez años en adelante, jóvenes, padres, hermanos, amigos y todo aquel que a través de las cosas cotidianas pueden descubrir grandes enseñanzas.


¿Qué género literario prefiere leer y escribir?

 Prefiero leer romance, historia, cuentos, biografías, hechos de la vida real, etc.  y escribir todo lo que puede inspirarme, vivencias, reflexiones, cuentos infantiles, investigaciones de sucesos históricos, entre otros.



Usted es una figura muy reconocida en las letras panameñas en redes sociales. Explique ¿cómo empezó todo y el camino hasta dónde quiere llegar?

 

 En realidad, todo inició con una idea que tuve al crear el Club de Lectura Los Cazalecturas para leer y compartir juntos en grupo lo que nos transmitían los libros de diferentes géneros. 

 

Luego pensé que podíamos ser más que lectores y en pandemia nos propusimos entrevistar a escritores locales promoviendo sus obras, compartiendo buenas noticias literarias y trabajando con cuentas literarias en proyectos donde podamos hacer una diferencia en pro de la lectura a más rincones y espacios. 

 Nos gustaría dejar semillas de curiosidad en muchos y poder contribuir en un Plan de Acción País, pro lectura para que ese amor por los libros se multiplique a nivel nacional y haya más libros y más bibliotecas al alcance de muchos.



¿Qué opina del mercado literario panameño? 

 

Ha evolucionado, ha crecido, es competitivo, pero a la vez el escritor tiene que hacerlo todo y llevar muchos sombreros.  Lo positivo es que hay opciones para escoger entre la literatura panameña, lo que debemos es apoyar, leer y compartir. 

 Efectivamente hay muchos retos, pero la perseverancia no es negociable.  Hoy día hay muchas actividades literarias donde puedes conseguir libros a buenos precios, ferias, mercaditos literarios, lanzamientos, redes sociales, generalmente siempre tienes un libro cerca o a la mano.

¿Es escritora de mapa o de brújula?  

 Siento que soy más escritora de brújula, mis ideas e historias fluyen al escribirlas.


¿Qué hace Kathia Arjona cuando no lee ni escribe?  

 Siempre estoy creando algún proyecto, conversar con mis  hijos, ver películas, escuchar  música para cantar o bailar, conocer lugares nuevos, entre otros.

¿Cuáles son sus proyectos literarios a futuro?  

Una novela corta histórica o cuentos infantiles.

 También estoy me gustaría hacer un libro ilustrado de panameñismos.  Muchas ideas, solo falta empezar.

¿Qué piensa o aconseja e los escritores anónimos con terror a publicar sus obras?  

 Si realmente deseas ver tu sueño hecho realidad, los miedos deberán desaparecer de poco a poco.  Deben enfocarse en los resultados y beneficios de compartir lo que desean contar.  Atreverse y tomar riesgos, es vivir.  Que no se lo cuenten, que lo vivan para contarlo y disfrutarlo.



 

Extracto de 'Pûrü Mërābü' (mi próximo proyecto literario)

 

Era una expedición de diez hombres y cinco mujeres, todos con espíritu aventurero, ganas de ser millonarios de la noche a la mañana y así salvar todos sus problemas económicos.

 


Hacía un espantoso calor, típico de las selvas tropicales y el Darién no es excepción de estos lugares, los zancudos picaban, el sudor se pegaba a la ropa, recorría los rostros de los expedicionarios, quienes andaban con mucha cautela porque no conocían la zona y un guía los llevaba.

 

Se encontraban a unos 30 kilómetros al norte de Metetí, en la gran exploración que los llevaría a un lugar desconocido hasta el año 2015 y que Alfredo Casagrande supuestamente descubrió cuando le regalaron un mapa donde se encontraba el Pueblo Perdido.

 

Riquezas a montón, una tribu indígena nunca antes vista, cuyos miembros tenían un ojo azul y otro verde, además con alas de libélulas para no solo volar sino custodiar lo que celosamente guardaban o miles y miles de diamantes rojos.

 

¿Había llegado otra persona al Pueblo Perdido? No había respuesta para esa pregunta, sin embargo, los aventureros se arriesgaron a entrar a plena selva darienita y encontrar su tesoro.

 

¿Cómo harían para sacarlo si lo hallaban? El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) vigilaba la zona, había retenes en la carretera Interamericana, muchas requisas, no obstante, lo importante para Alfredo Casagrande y su grupo era encontrar el Pueblo Perdido.

 

Llevaban dos horas de camino y tomaron un descanso. Mucho tramo por recorrer en la peligrosa selva donde abundan las culebras, jaguares, jabalíes y otros animales.

 

Extracto de la novela La Casa Pifiosa

 La mujer se bañó, se puso un pantalón corto azul sin interiores, una camiseta roja y unas chancletas, se dirigió hacia donde estaba el jardinero.

Cuando llegó hasta la casita del teribe, el hombre había ingresado y la mujer estaba algo mojada porque no había un techo o marquesinas entre la casa del rico y del pobre.

Amable Ábrego se sorprendió de ver tanta hermosura frente a su puerta. Si no la hubiese visto antes, habría creído que un ángel llegó a su vivienda.



-Buenos días, señora. Tome esta toalla para que se seque. No debe andar mojada porque le puede dar un resfrío-, dijo el jardinero.

La mujer sonrío, tomó la toalla y se secó de forma muy sensual, se acarició el rostro y no dejaba de mirar a Amable Ábrego, quien se disculpó por no tener camiseta y fue a buscar una para cubrirse; no obstante, la dama le dijo que se quedara así porque podía “apreciar más”.

Es muy difícil que un hombre se le resista a una mujer, puede pasar que la rechace, pero en el caso de Adonais Díaz, con tanta hermosura y cuerpo escultural, era imposible decir que no a una fémina recién salida de un castillo de cristal y marfil.




La santeña se le acercó al jardinero, este retrocedió y ella le comentó que se quedara tranquilo que no era caníbal para despedazarlo; luego le acarició todo el tórax de luchador, pasó la lengua por su pecho atlético y finalmente lo besó.

Amable Ábrego estaba aterrado, a pesar de que hizo travesuras con Alicia Chocrón y Frank Van Horne, le gustaba Adonais Díaz y se preguntaba qué le vio una chica rabiblanca, tan linda como una princesa, a un hombre que no tenía nada más que su fuerza bruta, su musculatura y poca escolaridad. Era como una campanita de cuentos de hadas que besaba una lagartija.

-No temas, Amable, no te voy a descuartizar, solo quiero llenarme de pasión y de tus caricias. Me fascina tu musculatura porque me hace sentir tan protegida de cualquier desgraciado que intente hacerme daño-, comentó la dama; posteriormente, con sus blancos dedos acarició los labios del jardinero y lo besó con intensa pasión.



El hombre le correspondió, comenzaron las caricias, ella bajó sus pantalones, dejó al descubierto sus pálidas carnes ante las manos canelas del caballero que se ganaba el pan con su fuerza bruta.

Amable Ábrego sólo se dejaba guiar por las caricias y los fluidos de la princesa de castillo; luego, ella le quitó la pantaloneta y observó sorprendida lo que la naturaleza le regaló al hombre de la montaña.

-¡Santo cielo! ¡Pero qué misil tienes!-, añadió la santeña.

El indio solamente sonrió y ella hizo lo demás, pero lo dejó como si fuese la primera vez que hiciera el amor con una mujer. Amable Ábrego quedó hechizado con Adonais Díaz. No hubo preservativos y la eyaculación fue adentro de la santeña.

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Extracto de la novela El Exorcista de Vacamonte

 

Cuando el sacerdote Mario Restrepo sacó el agua bendita y empezó a destaparla, la contextura física de la joven cambió a casi una anciana, con ojeras profundas, su cabello encaneció, su piel se arrugó y las várices volvieron otra vez.

 

El padre Mario Restrepo arrojó agua bendita con sal en forma de cruz y Ana Milena Angarita se movía violentamente sobre la cama.

 




-¡Aleja eso, idiota, no ves que me quema!-, aseguró la joven.

 

-En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo-, dijo Mario Restrepo.

-Amén-, respondió José Carlos Gerber.

 

-En el nombre de Jesucristo, yo lo expulso espíritu desconocido, que solo quiere el mal de la hermana Ana Milena Angarita. Vete al infierno y permanece allá de forma eterna. Salga de ese cuerpo y deje tranquila a esta joven que profesa la fe de Cristo-, oró Mario Restrepo.

 

Ana Milena Angarita trataba de desatarse, y ante esa imposibilidad abrió la boca y de ella salieron pequeñas bolas de fuego que cayeron en la cortina, luego las llamas se apoderaron de las telas, aunque entre el médico y el sacerdote José Carlos Gerber las arrancaron, abrieron las ventanas y las arrojaron al patio del edificio.

 

-No me iré a ningún lado, idiota. Ella se pudrirá conmigo y me la llevaré a cualquier parte, también a ti, a ese médico y al otro cura. No son nadie ustedes, son un excremento en una cloaca-, respondió el espíritu que poseía a la señorita.

 


La habitación volvió a tornarse oscura por la neblina que impedía la visibilidad, pero Mario Restrepo arrojó agua bendita con sal a Ana Milena Restrepo.

 

-¡Ayyy!, duele, mal parido sacerdote. Duele, largo de aquí porque no podrá conmigo-, comentó el demonio.

 

Mario Restrepo le mostró el crucifijo de madera a la joven. Ésta vomitaba a chorros la sustancia roja fluorescente.

 

-Te adjuro, maldito dragón, en el nombre de nuestro señor Jesucristo para que abandones de raíz y huyas de este ser plasmado por Dios. Te expulso fuera de este cuerpo, criatura maléfica, deja a Ana Milena Angarita y anda al lago de Hades, donde nunca debiste salir. Por el poder de Dios (RR)-, dijo el padre Mario Restrepo.

 

-Por el poder de Dios y Cristo que me fortalece (RR)-, respondió José Carlos Gerber.

 

La joven soltó una carcajada diabólica y soltó frases en latín.

-Homosexualitatis sacerdos, nullus tibis (sacerdote homosexual, no eres nadie)-.

Mientras el médico, aterrorizado, solo miraba, el sacerdote Mario Restrepo tomó el crucifijo, se acercó a la joven y se lo colocó en la frente, lo que provocó que saliera humo y quedara una marca.

 

-En el nombre de Cristo, ¿dime quién eres?-, preguntó el padre Mario Restrepo.

 

-Ego mater tua (soy tu madre)-, dijo el espíritu.

 

-Lo expulso en el nombre del Hijo, del Padre y del Espíritu Santo. Le ordeno que me diga quién está dentro del cuerpo de Ana Milena Angarita, hija de Dios-, dijo el sacerdote Mario Restrepo.

 

La señorita reclinó su cabeza a la parte derecha de la almohada, y sus pupilas subían y bajaban muy rápido.

 

-Soy Balar, rey de los demonios celtas, que recorre las frías praderas de numerosas tierras y vengo desde lejos para encontrar a Ethné, a quien busco desde hace miles de años-, subrayó el espíritu.

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Extracto de la novela La Isla Camila

 

El torturador le quitó el paño de la boca y tomó otro cubo de agua para arrojárselo sin hacer pausa, la dama lloraba y su rostro reflejaba terror, dolor y deseos de morir.

-¿Morirá?-, preguntó el verdugo al médico-escribiente.

 


-¡No! Está bajo los efectos del sufrimiento, pero vivirá porque no somos asesinos. Aplicamos los métodos aprobados por la Santa Inquisición y la iglesia.

Solos seguimos los pasos de Francisco Jiménez de Cisneros, su legado y su manual-, respondió el médico-escribiente en momentos que anotaba lo sucedido.

 

Camila Macías movía sus manos. El torturador colocó el cuerpo para que ocupara toda la mesa, le arrojó otro cubo de agua, lo que provocó que la dama escupiera agua abundante. Otro chorro cayó dentro de su boca.

 

-Soy inocente. No hice nada malo y me acusan de cosas que no practiqué. No soy bruja, ni hechicera o algo parecido-, argumentó Camila Macías.

 

-Tarde o temprano confesarás hechicera. Pagarás tus pactos con el diablo porque de la Santa Inquisición nadie se salva. Marranos, esclavos, musulmanes, sepultureros, médicos, escritores y artistas que desafían a Jesucristo pagan con las llamas sus pecados-, comentó el torturador. -Señala con los dedos si quieres hablar bruja, seguía con sus amenazas-.

 


Antes de lanzar el último cubo de agua sobre la boca de Camila Macías, la muisca hizo unas señas con uno de sus dedos de la mano izquierda y el martirizador se detuvo. Mientras el escribiente-médico observaba, el torturador la desató y la colocó boca arriba.

 

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