La familia de Robert Parsons quedó perpleja cuando escuchó en la sala de audiencias la sentencia de 48 meses de prisión y tres años de libertad condicional por abusar de su cargo como supervisión de medidas cautelares a mujeres delincuentes.
Robert, de 55 años, sorprendió a la comunidad de Shepdsherville,
Kentucky, Estados Unidos, ya que supuestamente asistía a misa los domingos con
su mujer Alicia Carrasco, de origen mexicano y con sus dos hijos Robert Jr. y Carlos.
Sin embargo, dentro de esos ojos profundos semejantes al
mar, había una lujuria total, abuso de poder, infidelidad e insatisfacción
sexual con su pareja porque, además de acostarse con ellas, las fotografiaba.
Arrojó al océano casi 30 años de labor para
el Departamento de Correcciones del estado de Kentucky, y a pesar de que cuando
fue denunciado sus superiores no creyeron las historias, lo pescaron al final.
El varón obligó a 13 mujeres que cometieron delitos, a
acostarse con él bajo la amenaza de que haría un reporte negativo sobre ellas y como no querían volver a los barrotes, accedían a sus pretensiones lujuriosas.
Mary, una de las afectadas, estuvo dos años en prisión
por robo menor, le dieron cuatro años de cárcel, cuando se presentó su turno de libertad
vigilada, le colocaron a Robert supervisar los pasos de la expresidiaria.
La dama fue víctima de todos los abusos del oficial hasta
que le transmitió una enfermedad sexual, lo que llevó a presentar la queja ante
las autoridades, Robert fue investigado, intervinieron sus comunicaciones y lo
pillaron cuando amenazó a otra mujer.
Los investigadores citaron a todas las féminas bajo la
supervisión de Robert y confesaron lo acontecido, cuando interrogaron al
hombre, en un principio se negó hasta que le mostraron las evidencias.
Con el tiempo sería difícil ocultar la situación en un
pueblo de casi 15 mil residentes, así que Robert tomó la guitarra judicial y cantó
todas sus andanzas ilegales.
Robert Jr., Carlos y Alicia decidieron pasarse unas vacaciones
en Los Mochis, de dónde emigró la afligida esposa con el fin de buscar un mejor
futuro, consiguió un marido demonio con la máscara de religioso.
Un golpe difícil de soportar, pero el antiguo oficial de
libertades vigiladas tendrá suficiente tiempo tras los barrotes para meditar.
Fotos de K105 y RDN Stock Project.