Cuando mi novia Lizzy
me presentó a su prima Alina ni siquiera me llamó la atención porque sus conversaciones
eran solo fábulas, muy fantasiosas y terminó pegada como chicle en nuestra
relación.
Alina iba a todas partes con nosotros o al cine, a la
playa, los bailes de Dorindo Cárdenas, de compras, al teatro y los conciertos
de música clásica en el teatro Balboa de la capital panameña.
Nunca me fijé en ella, al contrario, le presenté a un
primo mío para que la conquistara, no obstante, la dama de piel como un manto
lácteo rechazó a su aspirante a Romeo, fue entonces cuando Pepe me comentó que
Alina estaba caída de la mata conmigo.
Mi primera reacción fue soltar la carcajada, ella era
una chica blanca, pelinegra y ojos inmensamente verdes, no pensé que se fijaría
en un chombón y bembón como yo.
Nací en la ciudad de Panamá, mis padres son de Darién,
me crie en los guetos de Santa Ana y Río Abajo, estudié arquitectura a punta de
las frituras que mi mamá vendía en el populoso corregimiento y mi viejo laboró
como plomero.
Las palabras de Pepe me dejaron pensando, comencé a
observar a Alina, usaba gafas oscuras y me di cuenta de que sí me miraba, pero
todo iba normal hasta que fuimos a una discoteca en calle 50 con mi pariente.
Mientras bailaba con Lizzy, Pepe lo hacía con Alina, bebimos
bastante ron con cola y limón hasta que mi media naranja hizo el cambio de pareja,
Alina me agarró la mano y se me pegó, no hubo respuesta negativa de Lizzy, al
contrario, sonrió.
Terminó la tanda de música salsa, regresamos a la
mesa, empiné la botella para servir más tragos y de pronto, sin darme me
cuenta, se me borró toda la cinta.
Cuando desperté estaba desnudo en la cama de mi apartamento,
a mi lado estaba Alina en traje de Adán y Eva, iba a abrir la puerta cuando
Lizzy entró y sus gritos se escuchaban hasta La Palma.
Su prima se levantó asustada, cubrió su piel con las
sábanas azules de mi cama, Lizzy le dijo toda clases de cloacas, ofendió a la
madre de su pariente, la llamo zorra, puta, culiona y quita maridos.
Intenté explicar que no recordaba nada, luego mi novia
gritó que nos vio besándonos en la discoteca y se hizo la loca porque teníamos
unos tragos encima, pero de eso a revolcarnos en la cama era muy distinto.
Agarró su ropa, se fue de mi propiedad, Alina lloró y
la consolé hasta que se marchó, cuando se vestía vi sus curvas espectaculares y
quedé flechado.
Lizzy nunca más me llamó, hice de Alina mi mujer y el
sexo era tan intenso todos los días que a los cuatro meses la preñé.
Foto de Bamboo Ave y Leslie del Moral de Pexels no relacionadas
con la historia.
Oye, pero...qué locura 😜
ResponderBorrarA cien 🔥fuegos, no hay que se pierda. 😆🤣😄
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