¿Dónde está Marisol González (Final)

Como el narcotraficante dijo que daría información vital de un secuestro, llamaron a Vicente Dimyanov, coordinador de los fiscales de Chiriquí, Veraguas y Panamá, en los casos de las mujeres desaparecidas.

Una hora después estaba el caballero, con el fiscal primero de drogas, Raúl Azcárraga, el testigo protegido, identificado como Asia 36, y su abogado, Rogelio Matías.

Acordaron que, si la información era válida, le pedirían al juez reducir la pena de prisión, que se declarara confeso de posesión de droga y no tráfico internacional, a lo que la defensa aceptó, de lo contrario su cliente sería sentenciado a 10 años de prisión como mínimo.

Asia 36 contó que en una vivienda en Punta Paitilla, tenían a Marisol González, retenida por la pandilla Los buaycitos de Colón, quienes estaban buscando mujeres en Santiago de Veraguas y atraparon a la chica.



Marisol González fue vista por última vez, el 4 de abril de 2022, cuando salía del Instituto Urracá, en Santiago de Veraguas, a las 6:30 p.m., estaba en XI grado y no hubo ni una sola pista sobre su paradero.

El testigo protegido manifestó que se enteró de la privación de libertad de la adolescente, de 16 años, porque escuchó una conversación telefónica, de la persona que le proporcionó la droga y otro pandillero.

También explicó que la estudiante sería enviada a un yate en el Caribe panameño para ser entregada a un miembro de la realeza de Arabia Saudita, a cambio de 50 mil dólares.

El jefe de la operación, según Asia 36, era un ruso identificado como Víktor Popov, exagente de la KGB, de 65 años, quien viajaba tres veces al año a Panamá y reconocido mafioso que trabajaba para los saudíes millonarios.

Con todos esos datos, se inicio la vigilancia durante dos días frente a la residencia en Paitilla, pero solo vieron a dos hombres de aspecto eslavo y ni señas de Marisol González.

Los inspectores se hicieron pasar por trabajadores del municipio, recogieron la basura y entre los desechos encontraron toallas sanitarias, informaron y el juez de garantías ordenó el allanamiento.

Eran las 3:00 de la tarde del jueves 14 de abril, había miembros de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), Linces, Vicente Dimyanov, peritos y otros funcionarios de instrucción preparados para atacar.



La casa fue rodeada, la calle cerrada, dispararon gas lacrimógeno por las ventanas, destruyeron la puerta y arrojaron más gas, se escucharon gritos en ruso y la policía entró fuertemente armada.

En la planta baja estaban en el piso dos hombres blancos, tosían, tres agentes subieron por la escalera, abrieron puerta por puerta, y en una pieza estaba Marisol González, atada de manos, pies y con una cinta engomada en la boca.

-Es la policía. Está a salvo, señorita Marisol-, dijo un uniformado, quien con un cuchillo cortó los amarres y le quitó la cinta de los labios.

La nena lloraba y gritaba. Posteriormente, la sacaron de la vivienda, la metieron en un vehículo para trasladarla al hospital y notificar a sus parientes.

Marisol González logró reunirse con su familia y contó que caminaba hacia la parada, se abrió la puerta de un carro, se bajó un hombre de tez negra, le colocaron en la nariz un pañuelo con un olor fuerte  y cuando despertó estaba en ese lugar donde la rescataron.

Asia 36 fue condenado a dos años de prisión, pero a los cuatro meses murió presuntamente envenenado en la cárcel El Renacer, el abogado Rogelio Matías, falleció por una herida pequeña e insignificante que un hombre le hizo con la punta de un paraguas en un centro comercial.

Lo asesinaron al estilo de periodista y disidente búlgaro, Gheorghi Márkov, ya que los exámenes arrojaron que el licenciado en Derecho tenía ricina en su sangre, mientras que Víktor Popov no fue capturado en Panamá, sin embargo, lo incluyeron en la alerta roja de la Interpol. 

Imagen cortesía de la Policía Nacional de Panamá.


Comentarios

  1. Una trama bien llevada. Me encanta que al final encontraron viva a Marisol González. Sentí la adrenalina en su búsqueda.

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