Cuando empiezo una nueva obra es necesario antes afinar los detalles, los capítulos que tendrá la novela o el cuento, la cantidad de páginas, su estructura, el eje central y los personajes.
Para mi estilo no coloco un solo personaje principal,
sino que en la mayoría de mis obras todos son importantes, aunque habrá siempre
figuras secundarias en los escritos.
¿Cómo obtener los nombres y el carácter de los
personajes de tus obras? Muy sencillo puedes usar los nombres de tus amigos,
vecinos compañeros de trabajo, de estudio, parientes y utilizar el carácter más
su descripción física.
Es en extremo importante la descripción física de los
personajes porque el lector debe tener una idea o imagen de cómo es la persona,
su forma de pensar, su carácter, sus gustos, debilidades y fortalezas.
Un manuscrito no es de piedra, debido a que puede
variar en su estructura, cantidad de páginas y así usted va sacando un as de la
manga para traer nuevos personajes a su historia, dependiendo de lo que
redacte.
Cuando terminé la novela La isla Camila, me di cuenta
que había algo que no me gustaba porque el capítulo tercero debía estar en el
primero y dejar el resto seguir su camino. Eso hice y agregué dos personajes
más porque consideré necesario incluirlos en la historia.
Igualmente, ocurrió lo mismo al escribir La Casa Pifiosa
(será publicada el otro año) porque la historia trata de tres parejas encerradas
en una mansión en El Valle de Antón por la cuarentena.
Había algo que faltaba, entonces se me ocurrió crear
un personaje de la plebe mezclado entre los seis oligarcas, ricos, millonetas o
yeyesitos como les dicen en mi país a los de la clase alta.
Un indígena, guapetón, fortachón, de cabello largo y
bien parecido fue lo que llegó a mi mente y así quedó en la historia.
En un momento decisivo nació el indio Amable Ábrego en
La Casa Pifiosa, obra que sé que les encantará a los lectores, no solo porque
se trata de la cuarentena del Covid-19, sino que encierra pasiones, sexo,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario