En ocasiones aprovechamos nuestros sueños para hacerlo
realidad. Eso fue precisamente lo que ocurrió con mi primera novela impresa La
isla Camila, porque en una noche, de las tantas, tuve un sueño.
Un grupo de marineros atrapados en una isla
deshabitada aparentemente, oyeron la voz de una anciana que pedía ayuda y el
eco los llevó a una serie de aventuras hasta llegar a una casa victoriana en
medio de la selva, en el Pacífico panameño.
La obra es un hervidero de pasiones desde la época
colonial en Nueva Granada hasta el primer año del siglo XXI en mi natal Panamá.
¡Más de 300 años de diferencia!
Para que mi memoria no me traicionaría, como nos
ocurre en numerosas ocasiones, levanté de la cama, tomé una libreta y anoté
los datos del sueño para no perderlos.
Otras veces me pasó lo mismo cuando soñaba, luego
decía que cuando me despertara escribiría lo que soñé, sin embargo, la
descripción se la llevó el viento y nadó entre las nubes.
En febrero de 2019 fue publicada su primera edición
con 100 ejemplares y meses más tarde, con el apoyo del Ministerio de Cultura,
participé en mi primera feria del libro de la Ciudad de Panamá. Con orgullo y
todo pechón porque logré editar mi primera obra.
Soy un escritor emergente, en un mundo literario donde
es difícil darse a conocer, pero logré cumplir con mi promesa de publicar un
manuscrito y no dejarlo engavetado o archivado en la computadora.
Hoy tengo tres títulos publicados en Amazon Kindle,
entre ellos La isla Camila, El Exorcista de Vacamonte y El Trébol de la Muerte.
Faltan otros cuatro por publicar y en eso estoy.
Solo quería compartir con mis lectores que nunca dejes
de soñar, no te rindas y batalla hasta el final porque si La isla Camila nació
en una noche, usted también tiene la capacidad de hacer cumplir sus metas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario