Chente se fue solo a la ciudad del Pecado de Estados Unidos, con cinco mil dólares en efectivo para jugar en las máquinas tragamonedas, ganarse un billetón y levantarse alguna que otra rubia que abundan en los casinos con el fin de vivir la vida.
Lo primero que le impresionó fue el sofocante calor seco de verano que
oscilaba en los 40 grados Celsius, también ver a la gente con cerveza en las
calles, algo que violentaba la ley en su natal Panamá y otros países.
Por algo Las Vegas es Las Vegas, con un ejército de hoteles y cientos de casas
de trabajadores, donde todo puede ocurrir, pero lo que sucede en esa ciudad allí
se queda, así que Chente llegó a la urbe a pecar en toda su expresión.
Chicas lindas, gran cantidad de turistas y locales en las calles, muchas
fuentes, autos lujosos y numerosos
negocios de empeño, abiertos a quienes las salas de juego le vaciaban los
bolsillos.
Se hospedó en el Park MGM Las Vegas, se bañó, durmió algo para subsanar las
más de seis horas de vuelo desde la capital panameña y al despertar fue
derechito a un casino.
Introdujo 200.00 dólares en una máquina, apostó 20.00 dólares por tiro,
perdió y volvió a jugar 800.00 dólares, la tragaperras le pagó 5,000.00 y
brincó de la alegría porque ganó 4,000.00 dólares.
Tras cambiar el boleto en efectivo, se fue al bar, donde vio una dama
pelirroja, ojos verdes, vestida con un traje pegado, inmensos pechos y piernas
pálidas que lo dejaron loquito.
Fue como un buitre que le cae a la cena, la mujer lo había visto cambiando y con
el dinero en la mano, pidió champaña, bebieron, rieron, Chente dominaba muy
bien la lengua de origen sajón.
Para un hombre piel canela, casi parecido a un indostano, la dama era toda
una princesa salida de un castillo porque colores contrarios se atraen, así que
ella lo besó y el hombre le propuso irse a un hotel.
Ella aceptó, le dijo que su automóvil estaba afuera, salieron del casino,
al entrar al vehículo ella lo besó intensamente, le entregó un pañuelo rosa, Chente
acarició los guantes negros de la dama y olió lo que la mujer le dio.
Tres horas después la policía de Las Vegas encontró a Chente, en un
herbazal de los suburbios, desnudo, con su cartera que contenía documentos
panameños, su pasaporte y sin un centavo.
La mujer lo drogó, se llevó un botín de 9,000.00 dólares en efectivo y
cuando las autoridades le mostraron la fotografía, era Nancy White, una
delincuente buscada en varios estados por su modus operandi.
Chente, de
24 años, se comunicó con sus padres para que le enviaran dinero y regresar al
istmo.
El primer día se acabaron las vacaciones en Las Vegas.
Fotografías de Pixabay de Pexels no relacionadas con la historia.
Aprendió que lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las VEGAS 🤣
ResponderBorrarPor sin vergüenza y querer más de la cuenta, le salió el tiro por la culata. 🤣😆
ResponderBorrar