Cuando Armenia conoció a José Luis, en el colegio Británico de Panamá, quedó impactada con la personalidad del adolescente de 17 años e intentó controlar sus sentimientos porque el caballero era menor.
Fue su profesora de matemáticas, con 23 años y dos años de experiencia, el chico era muy inteligente, miembro de una de las familias más ricas del país, mientras que sus padres esperaban
que terminara el bachillerato para montarlo en un avión rumbo a Estados Unidos.
La oligarquía panameña, como todas en América, enviaba a sus descendientes
a universidades estadounidenses e incluso los mandaban allá para terminar el bachillerato,
en escuelas militares.
José Luis también estaba flechado y de por medio estaba Luzmila, la novia
del estudiante, a quien los celos la atacaban fuertemente y planeaba sacar del
camino a la que consideraba su rival.
En el amor y la guerra, dicen algunos, que todo está permitido, Luzmila no dejaría
que una vieja le robara el hombre con quien quería casarse una vez tuviese el
diploma de secundaria en su mano.
Las constantes conversaciones entre alumno y profesora sobre cálculos, fórmulas
matemáticas y otras aristas se incrementaron hasta que llegó el último trimestre.
Una graduación fabulosa, el primer puesto ocupado por José Luis, sus padres
y su consejera Armenia no cabían en el pellejo, luego con la graduación la
famosa fiesta en un lujoso hotel.
Esa noche José Luis, llamó a Armenia, ella miraba la televisión ese
viernes, el caballero cumplía sus 18 años al día siguiente, así que lo invitó a
su apartamento a celebrar.
A las once de la noche, la pareja bailaba desnuda entre las sábanas
baratas, acompañados por una mesita de noche, una lámpara, un ventilador y
gritos de excitación femenina.
Toneladas de besos, caricias y abrazos hasta que llamaron a la puerta, dos
policías y Luzmila, esta última enfurecida porque al ser esquivada por su
novio, lo siguió hasta llegar al nido de amor.
Eran las 11:45 de la noche, violación al Código Penal por tener sexo con un
menor, así que cuando se cometió el hecho punible la víctima no era un votante.
La policía cargó con Armenia, fue despedida del trabajo y condenada a
cuatro años de prisión por estupro.
Al mes, José Luis fue enviado a Oklahoma para aprender inglés y estudiar ingeniería
industrial, volvió graduado a los cuatro años, justo el tiempo de la pena que cumplió
completa su profesora y empezó a buscarla.
Ella huía porque su acción le dejó su reputación por el piso, el jovencito quería
casarse a pesar de que su familia le tenía una oligarca como novia, aunque la
rechazó.
Al final convenció a Armenia y aceptó ir al juzgado a casarse por lo civil,
el amor no murió en ambos, pero esos 15 minutos le costaron 48 meses tras los
barrotes porque no esperó las 12 de la noche para que su esposo cumpliese la mayoría
de edad.
Dicen que el amor no tiene edad...dicen 😃
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