Era la madrugada del 16 de marzo de 1968, los miembros de la compañía Charlie nos dirigíamos hacia el pueblo de My Lai, en Vietnam, un lugar hostil para los soldados estadounidenses, lo odiábamos y considerábamos que era tierra del Vietcong.
Las órdenes eran claras
por parte del comandante, no dudaríamos en apretar el gatillo para cumplirlas,
principalmente porque los habitantes de ese poblado no simpatizaban con Estados
Unidos.
Llegamos a liberar a
Vietnam del maldito comunismo, en la casa y la televisión decían que ese
sistema era malo, el pueblo vietnamita nos los agradecería porque mi país es el
salvador de todos los males del mundo.
Soy Arthur Leblanc, tengo
antepasados franceses que pelearon por la independencia de Estados Unidos de
Inglaterra, así que por mi sangre corre la libertad.
A mi lado estaba José
Ortega, un puertorriqueño, reclutado a la fuerza en Nueva York, pero al llegar
al teatro de operaciones se solidarizó con la causa norteamericana de liberar
al mundo del comunismo.
Mis compañeros tomaron
sus posiciones, vi a una mujer que llevaba algo en su espalda, podría ser un
arma, no sé realmente, el teniente dio orden de disparar y abrí fuego contra la
dama.
Las balas le dieron a
ella y a su bebé de un año, Ortega mató a dos ancianos sentados frente a una
choza y no había piedad con los civiles.
El comandante nos advirtió
que la instrucción era borrar a My Lai del mapa, matar a todos sus habitantes,
mujeres, hombre, ancianos y niños, estos últimos porque crecerían y se
volverían contra nosotros.
Me dijeron que disparáramos
sin miedo, ya que no nos pasaría lo mismo que a los alemanes en Nuremberg, nadie
no sentaría en el banquillo de los acusados porque mandamos en todos lados.
Había sangre y cuerpos
por todos lados, ni un guerrillero, a los heridos los rematábamos para que no contaran nada. No debemos dejar huellas como los alemanes en Europa y los
rusos en Katyn.
Cuando ellos asesinan es malo,
sin embargo, al efectuar matanzas los soldados norteamericanos se hacen en el
nombre de la democracia y la libertad de los pueblos.
No importa si se descubre
nuestra operación militar, la cumplimos porque los ejércitos se crearon para la
guerra y no para la paz.
Historia basada en hechos
reales.
Fotografías cortesía de
Wikipedia.
Nunca entenderé las guerras, por más que me expliquen 💔
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