Dólares congelados

La juez Nohemí Chang se mostró sorprendida al escuchar la parte de la defensa de Sol Mina, imputada por lavado de dinero, en un acto de audiencia, posteriormente de seis meses de investigación.

—En diez años como juez escuché muchas locuras, pero nada como está proveniente de un procurador judicial sin argumento para su cliente—, afirmó la funcionaria mientras observaba con sus ojos de estepa en primavera a la parte acusada.

Cuatro años antes, Sol denunció que su antigua empleada doméstica le hurtó 30 mil dólares en efectivo de su casa, aprovechando que estaba en Madrid de vacaciones con su familia.



La colombiana Ada; su novio, el taxista Roger y un amigo de la pareja, Juan, fueron condenados a cinco años de prisión por hurto, sin embargo, el Ministerio Público compulsó copias para investigar a Sol por lavado de dinero porque no logró justificar el origen del monto.

Todo inició en una chupata en San Miguelito con dos cajas de cerveza, pero cuando se acabó el licor, Ada dijo que sabía un lugar donde había plata en abundancia para comprar más.

Se fueron a la residencia de Sol, una antigua jefa del Departamento de Presupuesto del Ministerio de Agricultura, donde obtuvieron el botín y regresaron a seguir la farra.

Por su parte, Jorge Díaz, abogado defensor de Sol, explicó a la juez que la señora tenía 450 mil dólares ahorrados por toda una vida de trabajo y mostró un talonario de su fallecido marido, dinero que cobraba como viuda.

—¿En veinte años, usted no comió, no pagó casa, no viajó, no canceló el combustible de su carro, no compró jabón—, preguntó el fiscal Artemio Salazar—?

—Mi cliente guardó el dinero en su casa porque no confiaba en los bancos—, refutó Díaz.



Chang solo miraba a la parte imputada, quería reírse porque El Ministerio Público evidenció el delito. El dinero estaba en el congelador de la casa de Sol.

También en el inodoro, en los maceteros, detrás de los cuadros, en cielo raso, bien forrados y cubiertos con papel plateado para no dañarse por el clima, el sol o las termitas.

La prensa bautizó el caso como los dólares congelados, debido a la curiosidad de las interioridades cuando se filtró parte de la carpetilla judicial.

El delito estaba probado, la defensa no convenció a Chang, quien ordenó pasar al Tesoro Nacional los 450 mil dólares y condenó a la imputada a cinco años de cárcel por lavado de dinero.

Díaz anunció apelación, aunque hubo un eclipse solar en las pupilas de Sol porque le descubrieron su trampa.

Imagen de dinero de Dreamstime. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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