La Bruja de Metetí

En momentos que agonizaba, doña Chona, conocida como La Bruja de Metetí, en Darién, Panamá, la anciana a sus 71 años, no podía morir porque había algo que le impedía se fuese al más allá. 

La mujer estaba rodeada de sus nietos, algunos bisnietos, tres de sus hijos vivos y algunos amigos que esperaban heredar parte de las tierras, ganado y dinero que la mujer tenía en el banco.

La señora era muy respetada en la zona, se casó muy joven y enviudó a los 43 años, nunca más volvió a casarse, pero en el pueblo decían que una maldición cayó sobre su vida para no tener más pareja.

Practicaba la brujería, era experta para atraer dinero, neutralizar a sus enemigos y había gente que la odiaba también, ya que cometió algunos pecados al despojar de terrenos a humildes campesinos.

Aunque posteriormente les entregaba el dinero por el valor de la finca y poseía mucho poder porque en su casa políticos la visitaban en busca de su bendición.



Fuertes rumores corrían por Metetí de que doña Chona, se convertía en gárgola para recorrer extensas zonas de la selvática provincia panameña en busca de oro y localizar a los taladores ilegales de madera.

Varios de ellos aparecieron muertos, la policía no tenía pistas, sin embargo, sus cuerpos no tenían sangre, pero sí una marca de colmillos en su brazo derecho, lo que los galenos de Medicina Legal, argumentaban que alguien las extrajo.

Entretanto, todos miraban cómo dona Chona se resistía a fallecer, luego mariposas negras volaban sobre su lecho, en momentos que el público miraba que los insectos se elevaban con la cabeza hacia abajo.

Una de sus sobrinas, la agarró, la colocó boca abajo y la señora falleció.

Lágrimas, abrazos, miradas tristes por la muerte de doña Chona, quien fue sepultada al día siguiente, aunque el cura del poblado se negó a realizar la misa.

A la semana unos carajillos jugaban en el cementerio de Metetí, al pasar por la tumba de la bruja observaron algo terrible porque la fosa estaba abierta y el féretro vacío.

Cagados de miedo, los infantes huyeron, avisaron y medio pueblo fue a ver lo acontecido, se persignaron, rezaron la Avemaría y el Padrenuestro.

El chisme por todo Darién es que a doña Chona, conocida como La Bruja de Metetí, el diablo se llevó su cuerpo, mientras que en las noches algunos afirman que vieron la sombra de un pájaro grande o gárgola volando en el cielo del poblado darienita.

Toda su fortuna la dejó a los pobres de Darién

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