El hombre que volvió de la muerte

El martes 18 de abril de 2006, se presentó un hombre a la estación de policía de Edimburgo, cuya descripción física era caucásico, ojos azules, cabello poblado por la nieve y medio calvo, de 1.85 metros de altura, quien dijo no recordar su identidad ni tampoco cómo llegó allí.

Los policías de inmediato comunicaron al jefe de la estación la novedad, que les ordenó llamar a una ambulancia para trasladarlo al hospital porque posiblemente se trataba de un caso de amnesia.

Para ayudar a identificarlo, su fotografía fue difundida en los medios de comunicación la isla, de inmediato sus hijas lo reconocieron y corrieron al hospital local para reunirse con su papá.

Era Samy Gordon, un antiguo funcionario del Departamento de Transporte del Reino Unido, hombre que desapareció seis años antes mientras navegaba en una canoa en las peligrosas costas del Mar del Norte.



Su embarcación apareció sin su ocupante, la policía y la Marina Real iniciaron la búsqueda de Samy, sin embargo, el caballero, de 51 años para el 2000, nunca apareció, por lo que fue declarado oficialmente muerto después.

La viuda de Samy, Mia Gordon, recibió medio millón de libras (hoy al cambio unos 545,455.31 dólares) y para esa época un poco menos, en concepto del seguro de vida de su marido.

Como las hijas del matrimonio escocés ya tenían sus parejas, Mia decidió vivir en la Ciudad de Panamá, Panamá, donde compró un apartamento en El Dorado, una zona de clase media alta.

Entretanto, las hijas Anna y Mary, felices de ver a su padre vivo, aunque este no las reconoció durante el encuentro, lo que se deducía que el hombre padecía de amnesia.

La noticia corrió por todos los periódicos, la radio y televisión y le dio la vuelta al mundo con el título de “El hombre de la canoa”.

No obstante, todo iba normal hasta que un sujeto llamó a la Scotland Yard para decir que el hombre que regresó de la muerte vivía en Panamá con su esposa y pidió una dirección con el fin de enviar la fotografía que encontró en una página de bienes raíces en Panamá, donde estaba Samy, Mia y el vendedor de propiedades.



Cuando la policía le mostró la imagen a Samy este quedó más blanco que un papel. Lo pescaron.

El caballero confesó que fingió su muerte porque tenía muchas deudas, se disculpó con sus hijas e informó que su esposa estaba en América, específicamente en el istmo de Panamá.

También manifestó que regresó porque necesitaba ver a sus hijas y la conciencia le remordía.

Los tabloides titularon la historia como “El hombre que volvió de la muerte” y fue la comidilla del momento.

La bomba estalló, todo se descubrió y Londres le dio un plazo a Mia para retornar a la isla, lo que hizo, fue detenida en el aeropuerto y trasladada a prisión.

Ambos fueron procesados, en un juicio mediático internacional y posteriormente condenados a seis años de prisión por estafa.

Samy y su mujer cumplieron la pena completa, se divorciaron y él se fue a vivir a Filipinas, donde se casó con una mujer 25 más joven.

Ann y Mary, nunca más le digirieron la palabra a sus padres, pero, quedó la historia imborrable del hombre que volvió de la muerte.

1 comentario:

  1. Increíble, la gente busca cualquier forma para ganar dinero ilícito 😱😱

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