El Chorrillo: recuerdos de mi infancia

 

Cuando vivía en la capital colombiana pasé por el barrio Ciudad Bolívar de Bogotá, mientras realizaba un periplo hacia Villavicencio, ubicada en el departamento colombiano de Meta.

Al observar esa zona, recordé mis años de infancia y parte de mi adolescencia que viví en el corregimiento del Chorrillo, uno de los sectores más pobres de la ciudad de Panamá.


Allí di mi primer beso, conocí a quienes me llevaron al camino de escuchar música rock, sentí en carne propia la palabra carencia o no tener juguetes que quieres, ropa bonita, anhelar cosas y verlas pasar frente a mis ojos.



En ese barrio miraba a diario a mi madre, Dora Ábrego luchar frente a una máquina de coser para mantener sus cinco hijos.

También sentí por primera vez el olor a marihuana y vi a un policía matar a un maleante, por lo que me prometí que no sería como muchos vecinos míos que terminaron en la cárcel o el cementerio.


¿Qué es la pobreza? Algunos políticos hablan mucho de ella, sin embargo, no tienen ni idea de lo que se trata porque no la sintieron, nunca se prestaron la ropa entre hermanos, no comieron arroz con cebolla en tiempos duros y tampoco escucharon disparos cuando la policía se enfrentaba a los antisociales.


Ese barrio bogotano me hizo viajar al pasado y reír porque en el Chorrillo salieron figuras brillantes que atravesaron el mundo para dar a conocer a Panamá.

Rubén Blades, Roberto “Mano de Piedra” Durán” y los fallecidos futbolistas Rommel Fernández, Javier Antonio “Borolo” Castro y Miguel Tello.


Abogados renombrados como Diego Tello (hermano de Miguel Tello), quien fue mi compañero de salón de clases en el Instituto Bolívar, y otros profesionales, caminaron y jugaron en ese barrio lleno de necesidades y esperanzas.


La pobreza no debe avergonzar, tampoco es un mal y para mí sólo es un reto contra las personas para que huyan de los zaguanes y proyecten un mejor futuro para ellos y sus hijos. Quien no quiere aplicar los correctivos contra la miseria  no lo hace y punto.


Yo quería estudiar Derecho y Ciencias Políticas, no obstante, carecía de recursos económicos para irme a la Universidad Javeriana de Bogotá a recibir clases, pero eso no significa que abandonara mis deseos de superación.

Estudié periodismo en la Universidad de Panamá y de allí di un salto a varios medios de comunicación impresos, una televisora, luego a una campaña política, al servicio exterior de mi país y en la radio.


Amigos de los barrios pobres del mundo, la pobreza no se soluciona robando o vendiendo drogas, sino preparándose con estudio, esfuerzo y lucha.

Trabajar y asistir a la universidad en las noches no es fácil, aunque tampoco imposible. Si yo lo hice, usted tome el ejemplo.

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