'Se jodió la vaina'

El capitán Isaac Velarde quedó impresionado cuando llegó un fax con copias de los pasaportes de cuatro colombianos que solicitaron arrendar tres helicópteros para usarlos en fumigación de sembradíos en Los Santos, en agosto del año 1999.

Presuntamente, era una nueva empresa dedicada a esta faena, pero Velarde sospechó porque uno de los nombres no correspondía a la real identidad de los clientes.

Lo que no sabían los extranjeros era que todas las solicitudes de alquiler de naves eran trasladadas hacia el Servicio Nacional Naval para su verificación.

Uno de los pasaportes tenía el nombre de William John Arismedi Molina, pero no era su identidad correcta, el capitán panameño lo reconoció como Jahiro Restrepo, su compañero en la academia José María Córdova, ubicada en Antioquia, Colombia.

De inmediato, alertó a sus superiores y la empresa, quienes explicaron que los sudamericanos estaban en una isla en Colón.



Entretanto, en el Caribe panameño, unos ocho hombres esperaban impacientes la llamada de la compañía que alquilaría los helicópteros, no con idea de fumigar, sino de transportar abundante material bélico.

Pistolas, fusiles rusos AK-47, estadounidenses M-16, balas, granadas, chalecos, uniformes de selva, cascos, güisqui, ron y alimentos.

Se trataba de integrantes del Bloque Córdoba de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para combatir las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

La guerra en Colombia se trasladaba a Panamá, no era nuevo, no solamente en Darién y Guna Yala, sino en otros lugares para abastecerse, vía aérea o marítima, de armas, municiones y comida.

Paralelamente, mientras los paramilitares de derecha esperaban con impaciencia el visto bueno, durmieron tres días en carpas, hasta el cuarto día, casi amaneciendo, se escuchó el sonido de varios helicópteros.

Era la aviación y la naval estatal que iban en busca de los extranjeros.

Restrepo vio con sus binoculares, los aparatos aéreos y las lanchas, corrió para alertar a sus camaradas.

-Se jodió, la vaina. Se jodió la vaina-, decía en momentos que tomó un fusil M-16 para enfrentar a las autoridades.



Tres lanchas se acercaron a la playa, una docena de hombres se bajó de cada una, tomaron posiciones, los helicópteros sobrevolaron los ranchos improvisados y por una alta voz se les pedía que se rindieran.

La superioridad era inmensa, los colombianos se rindieron, la noticia se conoció y el caso pasó al Ministerio Público para su investigación.

Tras tres años en detención preventiva, vino la audiencia preliminar (en esa época regía el sistema penal inquisitivo) y la defensa de Restrepo, logró conseguir una medida cautelar de casa por cárcel, ordenada por el juez.

Pasaron dos años más, entre recursos judiciales y nada de juicio, Restrepo se evadió vía marítima por Puerto Obaldía con un pasaporte falso.

Cuando vino la desmovilización de los paramilitares, fue libre totalmente, aunque estaba en la mira de la guerrilla y sus propios compañeros para que no abriera la boca.

En el 2006, el Restrepo fue liquidado con varios balazos en Medellín, presuntamente ordenado desde una cárcel en Bogotá por pugnas internas y nunca encontraron a los responsables.

Así terminó los días de un mando medio de las AUC.

Imágenes cortesía del Servicio Nacional Aeronaval (Senan).

Comentarios

  1. Unos lo logran y a unos pocos los atrapan. Historias de la vida misma 🤟

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